Columna del Padre Tomás



En la antigüedad se solían marcar los caminos con postes o pequeñas columnas. Eran los puntos de referencia para ir haciendo camino. A veces también se usaban las columnas para recordar hechos, personas, acontecimientos a no olvidar.

Las columnas del Padre Tomás del Valle son un poco ambas cosas. Piedras que marcan el camino que se va haciendo cada día, sin rutas, sin marcas. Y también Columnas que recuerdan hechos, personas, acontecimientos. En ambos casos no es otra cosa que un intento de trazar caminos en la aldea global.

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sábado, 20 de diciembre de 2008

FELIZ NAVIDAD

El año 2000 marcó el comienzo de una nueva etapa en la historia de Occidente. Conmemorábamos los dos mil años del nacimiento de un predicador que nació en una provincia marginal del Imperio Romano. Para muchos fue comenzar un tercer milenio, lleno de expectativas y de nuevos proyectos. Pocos pensaban que era el comienzo de calamidades y desgracias.
En septiembre de 2001 un grupo de fanáticos religiosos nos destruyeron los símbolos del poder económico y militar. La caída de las Torres nos presagiaba un futuro incierto.
De la caída de aquellos símbolos nos vimos envueltos en dos guerras que ya llevan destruidos dos países, llenos los cementerios, agotados los dineros del Estado, sembrados de inseguridad y depresión todos los aspectos de nuestra vida.
De la caída de aquellos símbolos han surgido también el caos en los bancos, se han destapado las trampas financieras, nos hemos visto envueltos en problemas de inseguridades económicas de las cuales nos vemos el final.
Ante estos hechos han surgido agoreros y profetas de calamidades. Desde aquellos que pretenden anunciarnos la inminencia del fin del mundo, a los que nos dicen que el único dios que existe es el billete de banco, la tarjeta de crédito, el tener, el ser importante, el lucirse gastar y aparentar. Para ellos la navidad no es otra cosa que un comprar y comer sin control. Hay que salvar la economía consumiendo. No sirven los símbolos religiosos. Es de mal gusto en una sociedad donde los fanáticos religiosos nos han destruido nuestras seguridades.
También han surgido, por otro lado, los creyentes sinceros. Aquellos para los cuales la navidad no es tan solo un día al año. Son todos los días. Son navidad los días en que miramos un niño, lo respetamos porque es símbolo de una vida que nace, y todo lo que nace es frágil y hay que cuidarlo. Son navidad los días en que miramos al anciano y lo tratamos con respeto. Gracias a ellos, a su trabajo y su ilusión por la vida hemos logrado formar familias, construir el país, vivir mejor de cómo ellos lo hicieron al principio de su existencia. Son navidad los días en que miramos al encarcelado. A veces vemos en ellos al delincuente, al que se equivocó, al que nos engañó o nos violentó.
Son el espejo de nuestras equivocaciones, de nuestros fracasos, de nuestras formas egoístas de ver y construir la vida. Pocas veces vemos en ellos a un ser humano débil, engañado, víctima de la sociedad egoísta, violenta y cruel que hemos creado. Son navidad los días en que miramos al emigrante sin papeles, explotado, deprimido, que vive los días con nostalgia de los suyos, ansiando un abrazo cálido y sincero. Son navidad los días en que nos acercamos a los hospitales y vemos y acompañamos al hermano enfermo, herido, solo, que ansía cariño y calor humano. Son navidad esos días en que nos reunimos en torno a una mesa para compartir unos alimentos que nos recuerdan nuestra infancia donde compartíamos dulces y canciones, añoranzas de tiempos pasados, tierras lejanas, familias divididas o separadas.
Navidad es cualquier día del año en amamos, compartimos y respetamos a todo ser humano que se acerca a nosotros.

Tertuliasiglo21@aol.com

viernes, 5 de diciembre de 2008

VOCABULARIO PARA
SEGUIR LA NAVIDAD

Cuando llega esta época del año en el mundo llamado cristiano solemos celebrar y recordar el nacimiento de un judío marginal que vivió en el siglo I de la era actual. Su doctrina y ejemplo han llegado hasta nosotros con más o menos fidelidad.
En el mundo europeo mediterráneo se estableció que la fecha de su nacimiento fuera el 25 de diciembre, en una humilde cueva situada en las laderas de la aldea de Belén, un pequeño poblado en el este de Jerusalén. Cuando sus seguidores, establecidos en Roma, casi tres siglos después, vieron la conveniencia de celebrar su nacimiento en una fecha determinada, decidieron que esta fuera la del 25 de diciembre.
En el mundo cristiano oriental, el de Asia Menor, se estableció la fecha del 6 de enero como la más apropiada para celebrar tal nacimiento. Desde entonces hasta el día de hoy se han dado una serie de versiones y se han adornado estas celebraciones con diversos personajes y objetos. Veamos algunos de ellos.
NAVIDAD, esta palabra es una abreviación del vocablo NATIVIDAD, el cual significa nacimiento, y sirve para indicar el día del nacimiento de Jesús de Nazaret, un judío procedente de la Provincia Romana de Judea en el siglo I.
BELEN, es la traducción castellana de BETLEHEM, nombre hebreo de una pequeña aldea cercana a Jerusalén. Significa Casa del Pan, o Panadería. Dicho lugar es famoso en el mundo religioso judío ya que allí nació David, el gran rey fundador de Jerusalén.
TRES SANTOS REYES. Misteriosos personajes que, siguiendo las profecías y unos signos extraños en el firmamento, llegaron a Jerusalén en busca del llamado Rey de los Judíos. No sabemos ni cuantos eran ni sus nombres ni de donde vinieron ni a donde iban. Tan sólo el evangelista Mateo nos cuenta de su existencia y nos dice que ofrecieron tres regalos, de ahí que Beda el Venerable en la Edad Media supuso que eran tres.

ARBOL DE NAVIDAD Tradición centroeuropea que recuerda el árbol del paraíso terrenal, en el cual según aparece en el primer libro de la Biblia, el demonio tentó a Eva. De un árbol vino la perdición, de un árbol adornado por la estrella de los Reyes y el ángel, nos viene la salvación llevada a cabo por el nacimiento de Cristo.
VILLANCICOS. Como su nombre indica, coplas populares cantadas por los villanos, o sea los habitantes de las villas y aldeas. Son de diversos los temas que se cantan, de amor, nostalgia, etc. Los más conocidos son los dedicados al nacimiento e infancia de Jesús de Nazaret, su madre, su padre adoptivo, etc. Se cantan fundamentalmente en esta etapa del año, quedando asociado su nombre a la navidad.
SANTA CLAUS-PAPA NOEL-SANTA- Personaje grotesco grasoso, gordo y ridículo que, tomando como base al obispo San Nicolás, lleva regalos a los niños. Esta tradición holandesa de honrar a los menores el 6 de diciembre fue traía a los Estados Unidos por los colonizadores y comerciantes holandeses, quienes la extendieron en la ciudad de Nueva Amsterdam, ciudad que posteriormente cambiaría su nombre por el de Nueva York. Originalmente iba vestido de azul. En el siglo pasado, en unas fiestas navideñas unos grandes almacenes neoyorquinos lo vistieron de rojo, ya que un conocido refresco tenía pintadas sus latas y botellas de ese color. Desde entonces todos los años vemos como se ridiculiza a los ancianos, se engaña a los niños y se invita al consumismo salvaje y desenfrenado en unas fechas en las cuales el mensaje auténtico del nacimiento de Cristo se relega al olvido.
Podríamos continuar con los diversos signos, pero el espacio no da para más. Tan solo recordar que navidad es cualquier día del año en que nos acercamos a un ser humano y lo tratamos como ser humano, con dignidad, como lo que es, como hermano..