Columna del Padre Tomás



En la antigüedad se solían marcar los caminos con postes o pequeñas columnas. Eran los puntos de referencia para ir haciendo camino. A veces también se usaban las columnas para recordar hechos, personas, acontecimientos a no olvidar.

Las columnas del Padre Tomás del Valle son un poco ambas cosas. Piedras que marcan el camino que se va haciendo cada día, sin rutas, sin marcas. Y también Columnas que recuerdan hechos, personas, acontecimientos. En ambos casos no es otra cosa que un intento de trazar caminos en la aldea global.

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domingo, 13 de diciembre de 2015

¿POR QUÉ NO PODEMOS DECIR FELIZ NAVIDAD?

(Columna del 2010)
Desde hace unos años cuando llega esta época hemos 
dejado de escuchar el Feliz Navidad, o el Merry Christmas. 
Se escucha y se ve por todas partes el “Felices Fiestas”. 
"Happy Holidays” y la verdad que parecería chistoso si no 
fuera que detrás existe algo mucho más serio e importante.
El utilizar ese saludo para estos días denota una ignorancia y un desprecio hacia la historia y las creencias de cerca del 40% de la Humanidad.
Para todos los cristianos, divididos en diversos grupos y ritos, estos días se dedican a recordar y actualizar el nacimiento de un judío que vivió en el siglo I en una provincial marginal del Imperio Romano.
Su vida, sus enseñanzas, sus formas de acercarse y acercarnos a Dios han sido la base del Cristianismo.
Si bien es cierto que no conocemos la fecha exacta de su nacimiento, sin embargo desde el siglo IV se llegó 
a un acuerdo de que fuera por estas fechas, las mismas que el calendario romano dedicaba al nacimiento del sol, las que se utilizarían para recordar el nacimiento de Jesús de Nazaret
su manifestación al universo ante unos reyes-astrólogos-adivinos.
 Se crearon una serie de historias basadas en los textos de los evangelios de Mateo, Lucas y Apócrifos.
La Edad Media fue prolífica en manifestaciones populares: canciones, adornos, escenificaciones, comidas. 
Fue el hijo de una emigrante francesa en Asís, apodado Francesco, Francisco, quien en la noche del 24 de diciembre de 1223 representó en una cueva próxima a una ermita, las escenas de la Natividad de Jesús según nos lo cuentan los evangelios.
En el centro de la Europa medieval se utilizaban los abetos, árboles de hoja perenne, de vida eterna, para recordar esa vida eterna que nos viene a los seres humanos a través de la figura de Cristo que nace en Belén.
Se unieron el árbol y el pesebre, la vida eterna del árbol con la vida y alegría del nacimiento de Jesús.
Pero de repente nos ha entrado un no sé qué por el cual se pretende borrar totalmente el mensaje religioso de estos días.
Se empezó utilizando a San Nicolás (en holandés Claus, en spanglish Santa Cló)
un simpático obispo de origen turco que llegaba a los Países Bajos a principios de diciembre llevando regalos a los niños. 
De Holanda pasó a New Amsterdam, o sea, New York.
Y aquí, en los años 30 una gran cadena de almacenes de todo, 
ubicada en la calle 34, llegó a un acuerdo con un fabricante 
de bebidas gaseosas, vistió de rojo a Santa Cló, (como sus logos y botellas) y montaron el gran negocio.
Ese negocio ha sido el que está matando el espíritu de estos días. 
Por eso no se puede decir Feliz Navidad, porque eso no vende.
¿Por qué nos extrañamos? Hemos sacado a Dios de Escuelas, Hogares, Hospitales. Que lo saquemos de las Navidades no debería sorprender.
Eso sí tenemos dioses nuevos. 
Son los billetes de Banco
Por eso en estos días decimos Felices Fiestas. 
Es la época en la cual vamos a los templos de los grandes almacenes, a las capillas de las tiendas, a honrar, y gastar, el dinero.
Es algo divino.
Para todos aquellos que aún creemos que Navidad es ver el rostro de Dios en la cara de un niño, FELIZ NAVIDAD !

Tertuliasiglo21@aol.com

NOS HAN ROBADO LA NAVIDAD

Jerusalén, 23 diciembre 2007 (Una columna del 2007)

Desde hace varios días estoy recorriendo los lugares que nos recuerdan el nacimiento, infancia y primeros años de Jesús de Nazaret.

En todos los rostros y en todas las personas se percibe el verdadero sentido de la navidad: vida compartida, respeto de unos por otros, la realidad de un Dios tan normal que nace entre nosotros pasando los mismos apuros que muchas de nuestras familias. Familia trabajadora la formada por José, María y el pequeño Jesús.
Supieron, como lo saben muchos de sus compueblanos hoy en día, lo que es el estar sin trabajo, el tener que emigrar por motivos políticos, el que su hijo les salga malcriado. Y lo ven como normal y lo celebran con normalidad. Para los habitantes de Nazaret, como para los de Belén o de Jerusalén, navidad es un día más en que se recuerda la vida, se respeta la vida desde la concepción hasta la muerte, se alegran por la vida, mientras se intenta construir la paz. Lo entendieron muy bien desde el principio. No les importó ni el día ni el año exactos. Les importó el mensaje de vida que aún hoy quieren vivir: navidad es paz en la tierra para los hombres y mujeres de buena voluntad.

En nuestra sociedad moderna, sofisticada, del siglo de la tecnología, nos han robado y prostituido la navidad y su sentido. Nos han convertido la navidad en el momento del año para vender, para la bebelata y la comelata. El momento del año para endeudarnos hasta las cejas con las tarjetas de crédito. El momento del año de atorar el correo con tarjetas que no dicen nada, que mandamos por cumplir. El momento del año en que destruimos bosques enteros. El momento del año de las promesas más embusteras. Hemos convertido la celebración de la navidad en la adoración de un gordo viejo y asqueroso vestido de lata roja de soda con burbujas, dando unos gritos histéricos y engañando a nuestros niños.

El santacló no es otra cosa que la personificación de la sociedad más consumista, derrochadora y anticristiana. Predica todos los valores anti navideños por excelencia. Navidad es amor. La lata de refresco nos dice que es consumir. Navidad es sinceridad. El santa vestido de lata de refresco no hace otra cosa que mentir impunemente. Los comercios auspiciadores de la lata de refresco colorada no hacen otra cosa que una asquerosa guerra por ver quién más vende. Ya hasta el Merry Christmass nos lo han quitado. Ahora es más “educado” decir “Happy Holidays” disque para no ofender a los no cristianos. ¡Pero si esta fiesta es puritita cristiana!!!!!.

A quien corresponda, por favor, devuélvanos el espíritu la navidad. El del comercio, se pueden quedar con él.

PD: No puedo dejar pasar esta columna y estas fechas para enviar un saludo muy cordial y respetuoso a un sector de nuestra población que en estos días van a sufrir más que nunca la soledad. Me estoy refiriendo a todos los encarcelados y sus familias.
Estoy seguro que están donde están no precisamente por ser angelitos. Pero son también seres humanos que sufren, que tienen familia. La vida ha sido difícil para todos ellos. Animo y Alegría. Para todos los privados de libertad, felices días llenos de alegría y esperanza. El amor es más fuerte que la muerte.

Jerusalén, 23 diciembre 2007
Tertuliasiglo21@ aol.com

sábado, 5 de diciembre de 2015

Carta de Monseñor Aguirre: a Papa Francisco

Monseñor Aguirre: "¡Gracias Papa Francisco por haber venido!"
"Nos has dado valor y esperanza, porque no te callaste, porque miraste a la cara a los pobres"
Redacción, 30 de noviembre de 2015 a las 15:46

(Monseñor Juan J. Aguirre, abispo de Bangassou).-¡Gracias Papa Francisco por haber venido! 
Al principio no nos lo creíamos: 
¿Cómo todo un Papa viene a pisar la tierra roja de este país 
ensangrentado por la sangre también roja de tanta pobre gente?
Sin embargo, querido Papa Francisco, te saltaste a la torera las recomendaciones de los más cautelosos, no quisiste chaleco antibalas, te subiste en el Papa móvil sin blindar, para que todos te vieran mejor y te pusiste a hablarnos de paz y reconciliación.
Que con la paz todo se gana, mientras que con la guerra todo se pierde. Cosas sencillas pero que necesitábamos mucho volver a oírlas. 
Que la violencia no conduce nunca a la paz sino que genera más violencia
hasta crear un remolino de violencia que engulle inocentes y pecadores.
Recién llegado, arropado por una multitud entregada y 2.800 scouts que ponían orden, pasaste por el mismo lugar en la avenida Combatant en el que, hace poco menos de un mes, 4 representantes de un grupo radical que venían a Bangui a negociar fueron linchados con palos y machetes.
Tocaste a los niños desplazados, que han perdido casa, familia, escuela, niños noqueados por la violencia, niños heridos por las balas, niños de casas quemadas que miran el horizonte sin ver ya nada más porque les habían robado su inocencia, de tantas maldades de las que han sido testigos.
Hijos del miedo, hijos del hambre, niños musulmanes y no musulmanes en dos campos de desplazados distintos, sin hacer diferencias, niños de mirada perdida a quienes les han saqueado el alma en Bangui. 
Te paseaste entre ellos, con los zapatones negros que trajiste desde Argentina... Gracias porque te pusiste en su lugar y denunciaste sin paliativos que muchos de aquellos niños y jóvenes habían sido utilizados por criminales como carne de cañón y esclavas sexuales.

¡Entraste el mezquita de Koudoukou sin miedo a las balas! El Imán Layama Kobina no estaba allí porque se la tienen jurada incluso muchos de los suyos, pero la habían pintado y aderezado sólo para ti Papa Francisco, porque decían que era un gran honor que pisaras sus esteras con tus pies desnudos y les hablaras de paz. 5 minutos quisiste rezar donde suele predicar el Imán, sin decir nada, en silencioso recogimiento.
Sólo después les saludaste con una gran sonrisa. No sé si los violentos te escucharán, pero sé que aquellos que te escucharon quedaron sobrecogidos. 
Lo mismo cuando hablaste en la escuela de Teología protestante. Lo mismo cuando, rompiendo el protocolo (horror para tu gendarmería, la Minusca y para todo tu séquito) y te acercaste a la escuela musulmana para escuchar los lamentos de mujeres que lloran con lágrimas de dolor, del mismo color por cierto que las lágrimas de las madres no musulmanas que viste el día anterior.
Un Papa en Bangui sin chaleco antibalas cuando dos días antes los kalasnikof no dejaron de tronar durante toda la tarde, allí mismito, a dos tiros de piedra de la Nunciatura, por la avenida Boganda abajo, en el P.K. 5 en donde hasta por respirar te juegas la vida.
Tuviste un recuerdo (te lo habíamos dicho los Obispos cuando comimos contigo el domingo en la Nunciatura) para los combonianos de la parroquia de Fátima, que no pudieron verte por no abandonar los 500 desplazados sentenciados a muerte si salían de la verja de la misión. 
¡Dijiste que te hubiera gustado ir a Fátima, insuflar ánimos allí! 
No pudo ser, por motivos de seguridad.
Gracias por recordarme durante la comida solo con los Obispos (yo estaba sentado enfrente de su Santidad, comiendo pescadito del río Oubangui con habichuelillas verdes), que San Ambrosio decía que el nombre de Dios es misericordia y que donde hay misericordia, allí está Dios.
Estuviste "sembrao" Papa Francisco cuando sugeriste entre líneas que los que mueven los hilos para que nada funcione en Centroáfrica, curiosamente, no viven en Centroáfrica, y que nadie tiene que huir de Centroáfrica por ello, porque tuviste valor de decirlo todo sin pelos en la lengua, hablaste con arrojo a los jóvenes de Centroáfrica, confesaste a algunos y te paseaste en medio de los pobres como cuando te llamaban Padre Jorge por los arrabales de Buenos Aires.

Gracias porque nos has dado valor y esperanza, porque no te callaste, porque miraste a la cara a los pobres, porque abriste la Puerta Santa de la Misericordia enseñándonos un carril prioritario, diferente del del resto de la Iglesia, para ir más rápido hacia Sus Manos, experimentar su amor, y nos pediste que lo repartiéramos después, en forma de gestos de reconciliación.
Nos enseñaste un camino, nos mostraste cómo salir de hoyo, del laberinto en el que estamos... Cuando, después de la foto ritual en la Nunciatura, te cogiste a mi brazo para subir los escalones, sentí tu fuerza, no tanto física, sino sobre todo humana y espiritual.Bromeamos contigo en la comida con los Obispos cuando te enseñamos dos palabras en sango: ndoyé y siriri.
Las repetiste a los jóvenes de la vigilia de oración 3 horas después: "Empapad vuestra vida de amor y paz"

La multitud del estadio de 20.000 plazas te sobrecogió, se te vio en la cara, porque rugían de amor y respeto cuando les dijiste de "pasar a la otra orilla" es decir pasar página y empezar de nuevo en la sociedad centroafricana. 
Cuando 25 almas gritaron a una el ema popular cristiano, sonreíste de oreja a oreja. 
Cuando me diste un regalo, (una custodia) me dijiste en español que rezara por ti y me guiñaste un ojo...
Luego, querido Papa Francisco, subiste al avión sobre las 12'30h de esta mañana, el segundo día de tu visita a Bangui, sin haber ni siquiera comido aún, con tu séquito de monseñores y periodistas, y nos quedamos mirándote y mirándonos, huérfanos ya de de ti, como embobados despertando de un sueño, oyendo en sordina el ruido del Boeing de Alitalia que te trajo hasta nosotros y que te llevaba de vuelta a Roma, porque mientras has estado, las armas se han callado unas horas, por respeto a ti.
¡Ojalá que te quedaras para siempre! Te fuiste a tu quehacer en Roma y en el mundo, a tu vatileaks, a bregar con asuntos de corrupción y a tu Santa Marta querida. 
Y nosotros, sin paz ni pan, a nuestra lucha por estar junto a los pobres por decirles que mañana será mejor, que después de la tempestad viene la calma.
¡Mi gente de Bangassou han recogido en unos botecitos tierra en donde tu pisaste! 
Dicen que está bendecida por tu huella. 
La llevarán a Bangassou como testigos de lo que han vivido en Bangui, de la inmensa esperanza que has sembrado en sus corazones porque por una vez en sus vidas, demonios negros armados de violencia se trocaron en un ángel blanco vestido de Papa Francisco. 
Que tus palabras de perdón y de paz, a fuerza de repetirlas, se nos metan en la piel, en el vientre y en el corazón.
Y gracias corazón a Dios Padre que nos ha permitido que nadie nos agüe la fiesta, que ningún retorcido nos estropee el encuentro, que ningún descerebrado haga daño a nadie.
Y gracias sobre todo a Dios Padre que ha querido regalarnos dos día de ensueño, teñidos de paz porque incluso aquellos dos jóvenes que raptaron en Fátima ayer por la mañana para degollarlos, (RD publicó la noticia, pero 5 horas más parte fue desmentida por los mismos padres de Fátima y las familias de los dos jóvenes), los devolvieron sanos y salvos, (¿por milagro de quién?) al final de la tarde, vivitos y coleando, después de haber tenido la muerte rozándoles las gargantas.

Fr. Tomas Del Valle-Reyes
Descubriendo el Siglo 21/Discovering 21 Century
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viernes, 30 de octubre de 2015

VOLVIENDO A PEDRO

Setiembre 2015 (Publicado en el Periódico La Voz, de la Arquidiócesis de Brooklyn)
Habían pasado los primeros años después de la partida del Maestro.
Sus seguidores se iban extendiendo como mancha de aceite por los alrededores no ya tan sólo de Jerusalén, sino incluso de pueblos lejanos.
Tan lejanos que muchos ni hablaban ni entendían arameo. Total, no era muy necesario. El hijo de un judío emigrante se había encargado de anunciar un mensaje, el que no obligaba a leyes, sino a actitudes, el que recordaba que la limpieza de corazón, la construcción de la paz, el amor por los demás, era lo que importaba ante el Altísimo.
Tanto en la Galilea como en Jerusalén empezaron a escucharse voces de descontento.
Moisés había sido muy claro, la ley es la ley y hay que cumplirla. Y se había sido muy preciso, no se destruye la ley, se perfecciona y se cumple.
Y punto. Pero los nuevos seguidores, alentados por prédicas no muy bien comprendidas, pareciera que quisieran hacer unas nuevas leyes, nuevos acomodos.
Y surgieron dos bandos, y muchas discusiones. Había que buscar soluciones y respuestas.
Los seguidores del predicador hijo del emigrante fariseo que había estudiado con Gamaliel, profundo conocedor de la Ley Mosaica, decidieron, no sin antes orar profundamente, entrar en diálogo con Pedro, el encargado por el Maestro de organizar, dirigir y controlar la Asamblea, la Comunidad. A este encuentro asistirían Santiago, y los hermanos de Jerusalén.
Se dialogó, se discutió, se oró y se buscaron soluciones a los problemas surgidos ante la presentación de la buena nueva de Jesús al mundo no judío, al mundo no creyente, al mundo que no hablaba el lenguaje de los primeros seguidores, los que habían escuchado y asistido a los hechos llevados a cabo por Jesús de Nazaret. Y, encontradas las soluciones, se dispusieron a anunciar que la buena nueva es para todos.
Tal hecho quedó en la memoria colectiva de toda una comunidad.
Cuando esa comunidad se organizó nunca olvidó aquella asamblea que sirvió para orar en común, estudiar y dialogar sobre los problemas que iban surgiendo en el devenir de la vida, y tomar soluciones a la luz del Espíritu Santo guiados por la palabra y la autoridad de Pedro y los demás discípulos. Tal reunión pasó a la historia con el nombre de Concilio de Jerusalén.
Han pasado casi dos mil años de aquella primera reunión conjunta.
Los problemas que aquejan a la comunidad de los creyentes actuales, al igual que a la gran familia humana, han cambiado. Ya no son discusiones de comidas, de circuncisiones, leyes mosaicas y alguna otra cosa lejana en el tiempo y en la memoria. Hoy la comunidad de los seguidores de Jesús se enfrenta a nuevos retos, los de la globalización, los cambios climáticos, las guerras de religión y un largo etcétera. Sigue siendo pequeña en su universalidad.
Pedro se ha ido haciendo presente en la historia a través de sus sucesores. Sigue entre nosotros. Y el que lo representa en estos momentos ha llegado a Roma, la Caput Mundi, la Cabeza del Mundo, desde los confines de la tierra. Tiene mucho polvo acumulado en sus ropas y en sus sandalias. Y de tanto recorrer y escuchar ha logrado identificar también los problemas que afectan a la comunidad. Uno de ellos, quizás el más importante, es la esencia misma de la comunidad.
Para el sucesor de Pedro, al igual que para toda la Iglesia, la primera comunidad creyente es la familia. Y esa pequeña comunidad creyente, la familia, está en crisis. Está rota, sufriendo, viendo su futuro con incertidumbre. Hay nuevos modelos, nuevos enfrentamientos, nuevos retos. Y, al igual que el primer Pedro ha convocado a los hermanos para orar, dialogar y buscar soluciones ante los nuevos retos a los cuales la familia humana se enfrenta.
En octubre se juntarán en Roma los representantes de las fuerzas vivas de la Iglesia, como en Jerusalén en el siglo I. Entonces llegaron a soluciones cuyas consecuencias aún vivimos. La reunión de este año se llama el Sínodo de los Obispos. Es lo mismo, pero con distinto nombre. Esperemos y pidamos que con los mismos resultados.

¿ME REGALAS UN CENTAVO?



Estoy seguro que si te pido que me envíe un dólar lo pensarías mucho. 

"Umm, Tendría que hacer un cheque, preparar un sobre, llevarlo al correo"

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Gracias y que Dios te bendiga. 

Padre Tomas del Valle-Reyes





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lunes, 7 de septiembre de 2015

PAPAS INQUIETOS Y ANDARIEGOS

Publicado en La Voz de Brooklyn
Fecha Sept 1-15, 2015
Cuando pensamos en el Papa nos vienen a la mente muchas ideas, una de las cuales es que siempre está en Roma y sale de vez en cuando, siendo los últimos papas los más andariegos y caminantes. 
Desde San Pedro hasta Francisco siempre han sido viajeros.
El primer Papa fue caminante. 
De su natal Betsaida, a orillas del lago de Galilea, se mueve hacia Kafarnahum, donde tendrá un floreciente negocio de pesca. 
De allí, una vez enganchado en el grupo de los seguidores de Jesús, recorrerá toda la Galilea y la Judea, llegando incluso a las cercanías de Beirut Tiro y Sidón. 
Cuando la responsabilidad de la incipiente comunidad recae sobre sus hombros se tiene que mover de un sitio a otro. 
Recala en Antioquia de Siria y de allí se mueve a Roma donde finalmente será asesinado. 
La vida y actividad de sus sucesores van a estar marcadas por viajes y cambios de domicilio con cierta frecuencia. 
Desde Ponciano que termina su vida en unas minas del sur de Italia hasta Pio IX prisionero en el Vaticano, son muchos los caminos recorridos por los Papas a lo largo de veinte siglos de Historia.
Cabría destacar en este largo caminar de los Papas la etapa comprendida entre 1309 y 1377 en la cual siete Papas residieron en la ciudad francesa de Aviñon.
En 1378 el Papa Gregorio XI con su vuelta a Roma dio por cerrado este extraño episodio de la historia del Pontificado. 
Desde entonces han mantenido su sede en Roma, no obstante haber tenido que viajar por los extensos territorios que abarcaban los Estados Pontificios. 
Alguno llegará a morir fuera de Roma, bajo la custodia de Napoleón, como fue el caso de Pio VI, quien falleciera en el exilio el 29 de agosto de 1799 en la ciudad francesa de Valence.
Los avatares políticos que arrasaron la Europa posterior a la Revolución Francesa afectaron terriblemente al Pontificado. 
Uno de los efectos colaterales de dicha Revolución fue la pérdida de los Estados Pontificios, gobernando la Iglesia el Beato Pio IX. El 20 de mayo de 1870 fue ocupada militarmente la Ciudad Eterna con lo cual quedó interrumpido el Concilio Vaticano I y el Papa se negó a salir de los Palacios Apostólicos del Vaticano, considerándose prisionero. 
 La situación anómala de un Papa preso y un status legal en el limbo, la llamada “Cuestión Romana” tardó 59 años en resolverse. Fue en 1929 en que Benito Mussolini por parte del gobierno de Italia y el Papa Pio XI por parte de la Iglesia, firmaron los llamados Tratados de Letrán según los cuales se creaba el Estado de la Ciudad Vaticano, se dejaba plena libertad al Papa para salir de su exilio-prisión de los Palacios Vaticanos y se resarcía económicamente a la Iglesia.
Habría de trascurrir 33 años antes de que el primer viaje fuera de Roma por parte de un Papa se diera. A las 6:30 de la mañana del 4 de octubre de 1962 San Juan XXIII viajaba en un viejo y destartalado tren sacado de los museos en dirección a Loreto y Asís. Iba a poner bajo la protección de María y de San Francisco el Concilio Vaticano II el cual daría comienzo unos días después, el 11 de octubre.
Con ese sencillo viaje se cerraba una etapa histórica y se abría un horizonte nuevo para el pontificado y la Iglesia
El Beato Pablo VI llevó a cabo 11 viajes, diez de los cuales fuera de Italia, destacando el llevado a cabo entre el 21 al 25 de agosto de 1968 a Colombia, siendo de esta manera el primer Papa en visitar el Continente Americano. 
 En 1964 recorrió la Tierra Santa, siendo el primer Papa después de San Pedro en volver a la Judea y la Galilea. Hace cincuenta años, el 4 de octubre de 1965 visitó Nueva York, clamando en la tribuna de las Naciones Unidas por la Paz.
San Juan Pablo II a lo largo de sus 26 años de pontificado llevó a cabo 104 viajes apostólicos fuera de Italia y 146 en la península itálica. 
De fuera de territorio italiano destacan los efectuados a Polonia, Israel, Cuba y Sarajevo en plena guerra civil. 
Visitó todos los continentes y se dirigió a los públicos más variados. Juan Pablo II fue en sus años jóvenes un actor de teatro que llegó a Papa. 
Una vez elegido Papa no olvidó sus destrezas y disciplina artística y las utilizó en todos los escenarios posibles para predicar el evangelio.
Benedicto XVI en los 2,800 días de pontificado dedicó 100 días a viajes fuera de Italia. Fueron en total 24 países en cuatro continentes los visitados por el Papa alemán. Destacan las visitas en nuestra América a Brasil, México, Cuba y Estados Unidos.
El actual Sumo Pontífice en el corto tiempo que lleva como Obispo de Roma ha llevado a cabo nueve viajes internacionales, habiendo visitado ya tres continentes. 
El primero de sus viajes lo fue a Brasil para participar en la Jornada Mundial de la Juventud, evento que se llevó a cabo en Río de Janeiro entre el 22 y el 29 de julio de 2013. 
 Paraguay, Bolivia y Ecuador son los otros países americanos visitados por el Papa Francisco, En los próximos días visitará Cuba y los Estados Unidos.
Podríamos concluir estas notas con los versos del poeta, …”Caminante no hay camino/se hace camino al andar” Desde Pedro hasta Francisco, a pesar de las vicisitudes y complicaciones los Papas han caminado animando a los hermanos en la fe, siendo testigos de la alegría y el amor de Dios
Padre Tomas Del Valle-Reyes
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jueves, 9 de julio de 2015

Francisco advierte a los Religiosos!!

Francisco denuncia a las "castas" eclesiásticas que “ están continuamente reprendiendo al pueblo de Dios"

"Hay un profundo desprecio al pueblo santo de Dios. Ya no son pastores, sino capataces"

El Papa advierte a los religiosos contra la "espiritualidad del zapping" que no se pone al lado del prójimo

Jesús Bastante, 09 de julio de 2015 a las 22:28
 No existe una compasión que no se detenga, no existe una compasión que no escuche, que no se solidarice con el otro. La compasión no es "zapping", no es silenciar el dolor. Es la lógica propia del amor, el padecer-co
El Papa, hoy, con los religiosos/>

El Papa, hoy, con los religiosos

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  • Miles de religiosos, seminaristas y sacerdotes, con el Papa en Santa Cruz
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(Jesús Bastante).- "Te queremos, te queremos. Esta es la juventud del Papa". Miles de gargantas, de jóvenes,seminaristas, religiosos, religiosas y sacerdotes se dieron cita esta tarde (noche española) en la escuela Don Bosco de Santa Cruz. Y que hicieron gala de una efusividad y un amor a su pastor, quien en contrapartida les ofreció una profunda e intensa catequesis sobre su misión en el mundo, arremetiendo contra los religiosos que "nos hacemos casta", con "el corazón blindado" y que "frente al pueblo de Dios, están continuamente reprendiendo, rezongando, mandándoles callar".

Francisco les puso el ejemplo del ciego Bartimeo, un ciego, excluido, que "cuando vio al Señor se hizo sentir". ¿Cuál fue la reacción de los discípulos, de los que acompañaban a Jesús? "Si traducimos esto forzando el lenguaje, en torno a Jesús iban los obispos, las monjas, los curas, los seminaristas, loa laicos comprometidos y el pueblo fiel de Dios"
"¿Cómo reaccionamos frente al dolor de aquel que está al borde del camino, al que nadie hace caso, aquel que está sentado sobre su dolor, que no entra en ese círculo de los que siguen al Señor?" Son tres respuestas ante los gritos del ciego, "que hoy también tienen actualidad: Pasar, "cállate" y "ánimo, levántate"".
En prime lugar. "Pasar de largo, porque ya no escuchan. Estaban con Jesús, miraban a Jesús, querían oír a Jesús, no escuchaban. Pasar es el eco de la indiferencia, que los problemas no nos toquen", denunció el Papa. Son los obispos, los religiosos, los sacerdotes que piensan que "es natural que haya pobres y gente que sufre. Tan natural que no me llama la atención un pedido de auxilio. El peligro de acostumbrarse, decimos que es normal, siempre fue así".
Es "el eco que nace en un corazón blindado, cerrado, que ha perdido la capacidad de asombro, y por lo tanto la posibilidad de cambio", señaló el Papa, incidiendo en "cuánto seguidores de Jesús corremos el peligro de perder esa capacidad de asombro, ese estupor del primer encuentro que se va degradando. Eso le puede pasar a cualquiera, le pasó al primer Papa".
Son los que tienen "el corazón blindado", un corazón "que se ha acostumbrado a pasar sin dejarse tocar. Una existencia que pasando de aquí para allá no logra enraizarse en la vida de su pueblo, simplemente porque está en esa elite que sigue al Señor".
"Podríamos llamarlo la espiritualidad del 'zapping', pasa y pasa, pero nada queda. Son quienes van tras la última novedad, el último best seller, pero no logran tener contacto y relacionarse, involucrarse, incluso con el Señor al que está siguiendo" subrayó Bergoglio, quien alertó de la tentación de "dividir esta unidad entre escuchar a Dios y escuchar al hermano", y "tenemos que ser conscientes de ello. De la misma forma que escuchamos a nuestro padre, es como escuchamos al pueblo fiel de Dios. Si no lo hacemos con los mismos oídos, con al misma capacidad de escuchar, con el mismo corazón, algo se quebró".
"Pasar sin escuchar el dolor de nuestra gente, sin enraizarnos en su vida, es como escuchar la palabra de Dios sin dejar que eche raíces. Una historia sin raíces es una vida seca", concluyó.


La segunda actitud, la de "no molesten, no escuchen". La de aquellos que "toman contacto con la realidad, pero reaccionan reprendiendo. Son los obispos, los curas, los papas... del "dedo así" (dijo, agitándolo con fuerza)". Es la actitud de quienes,"frente al pueblo de Dios, están continuamente reprendiendo, rezongando, mandándoles callar". "Dale una caricia, por favor, escúchalo, dile que Jesús lo quiere" señaló el Papa, denunciando a los que sacan a los niños de la iglesia porque lloran, "como si el llanto de un chico no fuera una sublime predicación".
"Es el drama de la conciencia aislada, los que piensan que sólo ellos son aptos. Hay un profundo desprecio al pueblo santo de Dios. Han hecho de la identidad, superioridad. Ya no son pastores, sino capataces", dijo, con dureza, Francisco. "Escuchan, pero no oyen. Ven, pero no miran. La necesidad de diferenciarse les ha bloqueado el corazón, la necesidad de decir que no es como ellos, les ha apartado del grito de su gente, sino de los motivos de la alegría". Y es que, entre los religiosos, "a veces hay castas, que con nuestra actitud vamos haciendo. Nos separamos".
"Te sacaron de detrás del rebaño, no te olvides nunca, no te la creas. No niegues tus raíces", reclamó el Papa.
La tercera palabra, la de quien se detiene y da ánimos. "Un eco que no nace directamente del grito de Bartimeo, sino de la reacción de la gente que mira cómo Jesús actuó ante el clamor del mendicante. Aquellos que no le daban paso o le hacían callar, al ver a Jesús cambian. Es un grito que se transforma en palabra, en invitación, en cambio, en propuestas de novedad frente a nuestras formas de reaccionar".
"A diferencia de los que pasaban", señaló el Papa, "Jesús se detuvo y preguntó qué pasa. Se detiene frente al clamor de una persona. Sale del anonimato de una muchedumbre para identificarlo y de esa forma se compromete con él. Y lejos de mandarle callar, le pregunta qué puede hacer por él. No necesita diferenciarse, no le echa un sermón, no le clasifica ni le pregunta si está autorizado para hablar. Sólo le pregunta y quiere ser parte de la vida de ese hombre, queriendo asumir su misma suerte. Así le restituye paulatinamente de la dignidad que tenía perdida, al borde del camino y ciego. Lo incluye. Y lejos de verlo desde fuera, se identifica con los problemas".
Porque, "no existe una compasión que no se detenga, no existe una compasión que no escuche, que no se solidarice con el otro. La compasión no es "zapping", no es silenciar el dolor. Es la lógica propia del amor, el padecer-con. No se centra en el miedo, sino en la libertad que nace de amar y pone el bien del otro sobre todas las cosas. Es la lógica que nace de no tener miedo de acercarse al dolor de nuestra gente. Aunque muchas veces no sea más que estar al lado y hacer de ese momento una oportunidad de oración"
"No somos testigos de una ideología, de una receta o de una manera de hacer teología", concluyó Bergoglio. "Somos testigos del amor sanador y misericordioso de Jesús. Somos testigos de su actuar en la vida de nuestras comunidades. Y esta es la pedagogía del maestro, de Dios con su pueblo:pasar de la indiferencia del zapping, al ánimo, levanta. No porque seamos los mejores o funcionarios de Dios, sino porque somos testigos agradecidos de la misericordia que nos transforma".