Columna del Padre Tomás



En la antigüedad se solían marcar los caminos con postes o pequeñas columnas. Eran los puntos de referencia para ir haciendo camino. A veces también se usaban las columnas para recordar hechos, personas, acontecimientos a no olvidar.

Las columnas del Padre Tomás del Valle son un poco ambas cosas. Piedras que marcan el camino que se va haciendo cada día, sin rutas, sin marcas. Y también Columnas que recuerdan hechos, personas, acontecimientos. En ambos casos no es otra cosa que un intento de trazar caminos en la aldea global.

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miércoles, 18 de febrero de 2015

¿QUÉ DEBEMOS HACER EN EL TIEMPO DE CUARESMA?

El ayuno y la abstinencia

El miércoles de ceniza y el viernes santo son días de ayuno y abstinencia. 

La abstinencia obliga a partir de los 14 años y el ayuno de los 18 hasta los 59 años. 
El ayuno consiste en hacer una sola comida fuerte al día y la abstinencia es no comer carne.
 Este es un modo de pedirle perdón a Dios por haberlo ofendido y decirle que queremos cambiar de vida para agradarlo siempre.
Pero también nuestra abstinencia debería ser todos los días de nuestra vida de lo siguiente:
-No maldecir

-No quejarte de lo que tienes o no tienes
-No te quejes del tiempo, la lluvia, la nieve, el calor, el frio, etc.
-No critiques a tus hermanos o vecinos
-No hablemos mal de los demás, las calumnias, los chismes
-No guardemos odios en nuestro corazón

Hermanos, llenemos nuestra vida con el AMOR de Cristo, ese Dios Hijo muerto y resucitado por nosotros, unos pobres pecadores.


La oración

La oración en este tiempo es importante, ya que nos ayuda a estar más cerca de Dios para poder cambiar lo que necesitemos cambiar de nuestro interior. 

Necesitamos convertirnos, abandonando el pecado que nos aleja de Dios. 
Cambiar nuestra forma de vivir para que sea Dios el centro de nuestra vida. 
Sólo en la oración encontraremos el amor de Dios y la dulce y amorosa exigencia de su voluntad.

Debemos evitar todos los días de nuestras vidas:
La hipocresía: Jesús no quiere que oremos para que los demás nos vean llamando la atención con nuestra actitud exterior. Lo que importa es nuestra actitud interior.

El desorden: Esto quiere decir que hay que evitar las distracciones lo más posible. 

Preparar nuestra oración, el tiempo y el lugar donde se va a llevar a cabo para podernos poner en presencia de Dios.

La multitud de palabras: Esto quiere decir que no se trata de hablar mucho o repetir oraciones de memoria sino de escuchar a Dios. 

La oración es conformarnos con Él, nuestros deseos, nuestras intenciones y nuestras necesidades. 
Por eso no necesitamos decirle muchas cosas.
La sinceridad que usemos debe salir de lo profundo de nuestro corazón porque a Dios no se le puede engañar.


El sacrificio

Al hacer sacrificios, debemos hacerlos con alegría, ya que es por amor a Dios. 

Si no lo hacemos así, causaremos lástima y compasión y perderemos la recompensa de la felicidad eterna. 
Dios es el que ve nuestro sacrificio desde el cielo y es el que nos va a recompensar. 
“Cuando ayunen no aparezcan tristes, como los hipócritas que desfiguran su rostro para que los hombres vean que ayunan, en verdad os digo, ya recibieron su recompensa. Tú cuando ayunes, úngete la cabeza y lava tú cara para que no vean los hombres que ayunas, sino tu Padre que está en lo secreto: y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará”. (Mt 6,6)