Junio 21, 2009
En el siglo XIX , Ars, una pequeña villa francesa fue por muchos años el hogar de la vida religiosa de Francia.
El causante de todo esto no era otro que un sencillo sacerdote, de nombre Juan Bautista Vianney.
Había nacido cerca de Lyon. Tuvo que superar muchas dificultades para llegar por fin a ordenarse sacerdote.
Recién ordenado se le confió la parroquia de Ars.
Con una activa predicación, con la mortificación, la oración y la caridad, la gobernó. Promovió de un modo admirable su adelanto espiritual.
Estaba dotado de unas cualidades extraordinarias como confesor, lo cual hacía que los fieles acudiesen a él de todas partes para escuchar sus santos consejos. Murió el año 1859. Universalmente se le conoce como el Santo Cura de Ars.
Con motivo de los ciento cincuenta años de su fallecimiento, Benedicto XVI ha convocado un Año Santo Sacerdotal entre el 19 de Junio de 2009 a 10 junio 2010 para "promover el compromiso de renovación interior de todos los sacerdotes.”
Entre otras actividades el Papa ha escrito una Carta a todos los Sacerdotes Católicos del mundo. En dicho documento el Papa resalta el "servicio incansable" y la "fidelidad valerosa" de tantos sacerdotes, muchos de los cuales ejercen su labor en medio del dolor humano, son humillados en su dignidad, se les impide ejercer su misión, e incluso son perseguidos hasta dar la vida por el Evangelio" "Este año desea contribuir a promover el compromiso de renovación interior de todos los sacerdotes, para que su testimonio evangélico en el mundo de hoy sea más intenso e incisivo", afirma.
En su carta el Papa reconoce "con devoción y admiración el inmenso don que suponen los sacerdotes, no sólo para la Iglesia, sino también para la humanidad misma". Benedicto XVI piensa "en las numerosas situaciones de sufrimiento que aquejan a muchos sacerdotes, porque participan de la experiencia humana del dolor en sus múltiples manifestaciones o por las incomprensiones de los destinatarios mismos de su ministerio".
En la mente del Pontífice está muy presente la denuncia de situaciones, "nunca bastante deploradas, en las que la Iglesia misma sufre por la infidelidad de algunos de sus ministros".
En estos casos "es el mundo el que sufre el escándalo y el abandono" "Ante estas situaciones … lo más conveniente para la Iglesia no es tanto resaltar escrupulosamente las debilidades de sus ministros, cuanto renovar el reconocimiento gozoso de la grandeza del don de Dios, plasmado en espléndidas figuras de pastores generosos, religiosos llenos de amor a Dios y a las almas, directores espirituales clarividentes y pacientes".
"En este sentido, la enseñanza y el ejemplo de san Juan María Vianney pueden ofrecer un punto de referencia significativo".
Al concluir su carta, el Papa deja a los sacerdotes este consejo: "A ejemplo del santo Cura de Ars, déjense conquistar por Él y serán también ustedes, en el mundo de hoy, mensajeros de esperanza, reconciliación y paz".
En los últimos años los sacerdotes han sido noticia. Sus debilidades y defectos han sido aireados. Este año la Iglesia nos invita a ver el otro rostro de los sacerdotes. Han sido tomados de entre la comunidad para construirla y servirla. Se nos invita a ayudarlos y comprenderlos.
Tertuliasiglo21@aol.com
Columna del Padre Tomás
En la antigüedad se solían marcar los caminos con postes o pequeñas columnas. Eran los puntos de referencia para ir haciendo camino. A veces también se usaban las columnas para recordar hechos, personas, acontecimientos a no olvidar.
Las columnas del Padre Tomás del Valle son un poco ambas cosas. Piedras que marcan el camino que se va haciendo cada día, sin rutas, sin marcas. Y también Columnas que recuerdan hechos, personas, acontecimientos. En ambos casos no es otra cosa que un intento de trazar caminos en la aldea global.
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miércoles, 24 de junio de 2009
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