Columna del Padre Tomás



En la antigüedad se solían marcar los caminos con postes o pequeñas columnas. Eran los puntos de referencia para ir haciendo camino. A veces también se usaban las columnas para recordar hechos, personas, acontecimientos a no olvidar.

Las columnas del Padre Tomás del Valle son un poco ambas cosas. Piedras que marcan el camino que se va haciendo cada día, sin rutas, sin marcas. Y también Columnas que recuerdan hechos, personas, acontecimientos. En ambos casos no es otra cosa que un intento de trazar caminos en la aldea global.

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jueves, 4 de octubre de 2012

DIOGENES, ¿DÓNDE ANDAS?

Octubre 07, 2012      Cuenta la Historia que en Corinto, hace par de miles de años, vivía un tipo nada convencional. Medio excéntrico. Un tonel de madera era su morada. Apenas cubría su cuerpo.
El comer, beber y acumular no entraban en sus prioridades. Era conocido, respetado e insultado con frecuencia. Sus consejos eran escuchados. En cierta ocasión se le vio caminando por medio de la ciudad, a pleno sol del día, con una lámpara encendida tratando de buscar algo.
La reacción de la gente fue variada. Unos pasaron de largo ignorándolo. Otros se rieron de él. Una nueva loquera de Diógenes. Pero alguno se acercó y le preguntó qué buscaba. Enderezándose, miró a los ojos del que le cuestionaba y simplemente le respondió: “busco un hombre” Habría que resucitar a Diógenes para que nos ayude a buscar un hombre. O una mujer. Que nos ilusione.
Que nos ayude a soñar. Que nos dirija. Que infunda esperanza y razones para vivir, para luchar, para construir un mundo mejor del que hemos recibido de nuestros mayores. No tenemos líderes que nos convenzan, ilusionen y dirijan. Hace unos días tuvimos un debate presidencial donde uno de los candidatos se presentó con cara de aburrimiento, con promesas difíciles de cumplir y más difícil de creer. Poco ilusionante. Era un trámite más en la Campaña Electoral: discutir cara a cara con el contrincante. El otro dando unas esperanzas de un más de lo mismo, el poder para el dinero, por el dinero y sobre el dinero. Cómo se consigue, cómo se gasta. En estos días estamos asistiendo a una elección presidencial en América Latina que nos da dos opciones: o más de lo mismo, sangre sudor y lágrimas con fórmulas trasnochadas, llenas de populismos, violencia, corrupción, que han demostrados ser ineficaces. O también unas concertaciones de poder para salir de las situaciones de pobreza y miseria. Europa anda a la deriva. Se hecha de menos figuras como el cuarteto formado por Adenauer, De Gaulle, De Gasperis y Strauss, Padres de la Unificación Europea en los años cincuenta. Sus sueños de unidad y respeto desde la diversidad se han convertido en la pesadilla del euro, en un continente falto de liderazgo, cada vez más viejo y sin cambio generacional. Se vive un invierno de ilusiones y vida sin perspectivas de una primavera de esperanza. Lejos quedan aquellas consignas de los sesenta: “seamos consecuentes, pidamos lo imposible” “la imaginación al poder”. ¿Dónde están los Yeltsin y Gorbachov que ayuden a tumbar el Telón de Acero que nos impide ver más allá de nuestras narices? ¿Dónde están los Kennedy –“ciudadano no preguntes lo que el país hace por ti, sino qué haces tú por el país”-y los Reagan que ilusionaron y alentaron a la sociedad americana y le dieron el sentido de orgullo y dignidad para construir una América más fuerte a través de la paz, un mundo mejor, ayudando a terminar con totalitarismos? ¿Dónde están los Juan Pablo II y los líderes religiosos que invitaban a construir un mundo en el cual tuviera cabida Dios, un mundo donde no hubiera miedo a vivir y construir la paz a través del respeto? Diógenes ¿dónde andas? Ven con tu lámpara. Ayúdanos a buscar un líder que nos ilusione, nos ayude a construir un mundo mejor. Los que se dicen líderes no nos retan, no sirven.
 Tertuliasiglo21@aol.com

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