Febrero 7, 2014
(Especialmente para el Pregonero en Washington, DC, el Visitante en Puerto Rico y Descubriendo el Siglo 21)
Hace unos días ha sido dado a luz pública un documento de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño.
En él se presentan las Observaciones Finales sobre el segundo informe periódico de la Santa Sede.
Lamenta que venga con 14 años de retraso, aunque se congratula de que, finalmente, se haya entregado.
Aplaude igualmente las medidas tomadas para remediar una serie de abusos por parte del Estado Vaticano en favor de los niños.
El documento, de 16 páginas y 10 apartados va pasando lista a una serie de abusos cometidos contra los niños a la vez que da, o mejor trata de imponer, sus recomendaciones de cómo se deben resolver.
Una vez leído y analizado el documento surgen muchos interrogantes.
El primero es qué significado tiene el Informe sobre los Derechos de los Niños.
Los que lo han elaborado lo han hecho desconociendo el nuevo clima que se está viviendo en la Iglesia y el trabajo que, desde hace más de una década, se está llevando a cabo por parte de la Jerarquía Católica.
En palabras del P. Lombardi, portavoz del Vaticano, contiene graves límites ya que no han tenido en cuenta las respuestas escritas y orales que los representantes de la Santa Sede en el Organismo han presentado.
Tal parecería que el informe “estuviese prácticamente ya escrito o por lo menos netamente enfocado antes de la audición que los representantes de la Santa Sede hicieron el pasado 16 de enero en Ginebra para el Comité.
Se ha dado mayor atención a las organizaciones no gubernamentales (ONG) con prejuicios negativos hacia la Iglesia Católica y a la Santa Sede, que a la posición de ésta, firmante de la Convención y que siempre ha estado disponible a un profundo diálogo con el Comité”
Ya a nadie le sorprende y extraña dentro de la Iglesia que el tema de la pederastia se manejado de forma errónea, hasta rozar la tragedia, en oficinas de la Curia, Obispados, Parroquias y Escuelas.
Nadie, en su sano juicio, lo niega.
El Informe de la Comisión de las Naciones Unidas para los Derechos del Niño llega en un momento oportuno para estigmatizar una vez más el gran escándalo, las omisiones de las jerarquías, el cinismo de dejar a las víctimas en el silencio absoluto, la vergüenza, la incomprensible política de trasladar de parroquia en parroquia a los culpables, familias destrozadas, niños traumatizados.
Esto ha creado toda una generación de creyentes que se sienten ajenos a la Iglesia debido a la conducta farisaica de muchos de sus líderes religiosos.
Lo que no convence en el texto de las Naciones Unidas no es la condena de las culpas de los pederastas en la Iglesia, conocidas desde hace tiempo, sino el trato frívolo y superficial con que cuestiones como el aborto, la anticoncepción y la identidad sexual son puestas en el mismo nivel de la pederastia. “Lo más grave …es que "las observaciones han ido más allá de sus competencias e interfieren en las posiciones doctrinales y morales de la Iglesia católica, dando valoraciones morales sobre la contracepción, el aborto o la educación en las familias y la visión de la sexualidad humana".(P. Lombardi)
El tono del documento se ve más cercano a una revista de modas antes que un documento de la seriedad que se espera de las Naciones Unidas.
Se observa en el informe, entre cientos de verdades, un cierto moralismo que lo debilita. “como si hubiera que pagar las promesas al Código de lo Políticamente correcto petrificado por el lenguaje burocrático del Palacio de Vidrio.
Los polemistas dirán que la misma ONU no logra decir casi nada sobre los niños exterminados en Siria, por temor a la reacción de Putin en el Consejo de Seguridad; dirán que las Naciones Unidas adornan sus vitrinas … con comunicados sobre los derechos humanos, civiles, culturales y religiosos del hombre y del ciudadano, pero no logran que los firmen los gobiernos que violan cada día, y con métodos horribles, esos mismos derechos.
Los críticos observarán que otras religiones o confesiones, que cuentan con estados miembros listos para defenderlas con energía, raramente sufren este tipo de escrutinio, atención y condena.
Y, por si fuera poco, parecería difuminarse la identidad entre la Iglesia Estado Soberano y la Iglesia religión, como si un párroco pederasta estadounidense, italiano o brasileño respondiera solo al Papa por sus culpas y no a los tribunales de su país de origen.” (Gianni Riotta La Stampa)
Pero viendo las cosas en perspectiva, bien podríamos decir que el Informe es un ataque puro y duro contra el Papa Francisco, sus actitudes, sus cambios, sus promesas.
Los que conocemos desde dentro el funcionamiento de las Naciones Unidas sabemos lo cínica y cruel que es esta organización.
No le importan nada más que sus propios intereses.
Hoy es una declaración contra las políticas de la Iglesia, mañana será sobre el cambio climático y pasado sobre cualquier cosa.
La falta de liderato y seriedad es notoria. No existe una voz seria que defienda la verdad y la libertad.
De repente apareció Francisco, “…llegado desde el fin del mundo”
Y Francisco ha empezado a destapar hoyas podridas, a limpiar las cloacas del Banco Vaticano, a llamar al pan, pan y al vino, vino.
Y a mezclarse con la gente.
Y a denunciar las injusticias.
Nunca un Obispo de Roma había sido portada de las revistas Time, Rollings Stone, Vanity Fair, New Yorker Forbes, los periódicos Le Monde, New York Times… y todo en menos de un año como Obispo de Roma.
Empieza a ser respetado incluso en el mundo musulmán.
Está desempeñando un papel importante en el diálogo judeo palestino, aunque no se hable.
No vive en los Palacios Vaticanos, pero cabildea en ellos.
Logró parar el bombardeo planificado sobre Siria con el beneplácito de la ONU…
El objetivo es claro: hay que callar a Francisco.
Sería demasiado obvio, vulgar y fácil meterle dos tiros en la cabeza.
Le haría un mártir y los efectos serían impredecibles.
Es más sutil, más cínico, el ponerle encima de la mesa las podredumbres de sus dirigentes.
Limpia tu Iglesia y los tuyos antes de ponerte a predicar sobre justicia, derechos humanos y humanidad.
Para manejar la guerra y la paz están otros.
El Obispo de Roma está para el folklore de ropajes solemnes, plazas y hoteles llenos de turistas peregrinos.
La ciudad de Roma necesita llenar sus cuentas bancarias para que pueda haber suficiente para comisiones y pagos extras.
La vieja Roma, la Caput Mundi, lleva manipulando Papas, Reyes y pueblo desde hace varios miles de años.
De repente tiene un Obispo que no es manipulable.
Es demasiado astuto.
Y lo más importante, tiene detrás un selecto ejército.
Es miembro de una Compañía militar que cambió sus objetivos, pero no su disciplina y disponibilidad.
El enfrentamiento es sutil, pero fuerte.
La ONU y lo que ella implica y está detrás, contra la Iglesia.
Una vez más se cumple lo de Don Quijote “Con la Iglesia hemos topado, Sancho amigo”
Columna del Padre Tomás
En la antigüedad se solían marcar los caminos con postes o pequeñas columnas. Eran los puntos de referencia para ir haciendo camino. A veces también se usaban las columnas para recordar hechos, personas, acontecimientos a no olvidar.
Las columnas del Padre Tomás del Valle son un poco ambas cosas. Piedras que marcan el camino que se va haciendo cada día, sin rutas, sin marcas. Y también Columnas que recuerdan hechos, personas, acontecimientos. En ambos casos no es otra cosa que un intento de trazar caminos en la aldea global.
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