El tercer lunes de enero según ordena la Constitución,
el ciudadano norteamericano Barack Hussein Obama, después de jurar sobre la Biblia que cumplirá y hará cumplir la Constitución, será investido como el cuadragésimo cuarto Presidente de la República de los Estados Unidos de América.
Si siempre es una novedad que un ciudadano particular asuma la carga de la presidencia de un país, en el caso que nos ocupa la responsabilidad, la historia, el reto son mayores.
El nuevo presidente va a ocupar el liderazgo de la aún primera potencia mundial. Bien es verdad que los errores, la ignorancia, las incomprensiones y el aislacionismo de presidentes anteriores han devaluado tal potencia, sin embargo hoy por hoy sigue siendo la primera.
Cuando el Sr Obama jure ante la Biblia, la misma que utilizaba el ex presidente Abraham Lincoln, estará asumiendo una serie de responsabilidades y retos.
Asumirá la responsabilidad de ser el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas más poderosas que ha conocido la Historia, aún cuando él nunca se vistió el uniforme militar ni tiene experiencia alguna en la milicia
Asumirá la responsabilidad de dirigir la recuperación de la economía mundial, aún cuando él ni es economista ni ha trabajado para ninguna de las grandes compañías financieras de Wall Street.
Asumirá la responsabilidad de manejar el problema emigratorio en una nación formada por emigrantes. Se calcula, de forma conservadora, que viven en el país, mejor dicho malviven, cerca de doce millones de ciudadanos venidos de todo el mundo sin documentación legal alguna. El no conoce ese problema ya que no es hijo de emigrantes. Su padre fue un respetado economista y profesor que, una vez logrados los propósitos que le trajeron a este país regresó a África.
Asumirá la responsabilidad de lograr la paz en tres zonas del mundo donde el enfrentamiento en parte viene dado por una visión de la vida y de la historia a la cual el no pertenece. El mundo musulmán y sus creencias, aún cuando le es conocido por su educación en sus años de infancia en Yakarta, y al que pertenecía su padre, no forma parte de sus creencias.
Asumirá la responsabilidad de un país que lo ha elegido para que sea su presidente pero sabiendo que por su origen africano un número considerable de los ciudadanos no lo van a aceptar.
Asumirá la responsabilidad de un país profundamente dividido entre dos visiones de la vida, la que acepta que desde el primer momento de la concepción ya hay una vida y hay que respetarla, y la de aquellos que creen que es una opción de la persona el hacer de la vida que ha engendrado lo que le da la gana. Son las opciones Pro Life y Pro Choice. A lo largo de su vida política se ha manifestado por esta última opción. ¿Podrá gobernar sabiendo que una parte importante de la población y de su liderazgo religioso no acepta sus planteamientos?
Empieza una etapa nueva no tan solo en la historia de los Estados Unidos sino en la aldea global en que hemos convertido el mundo. Con el grito de “Si, podemos” se logró lo inimaginable, que un afroamericano ocupe la Presidencia. ¿Para cuando un hispano?
Tertuliasiglo21@aol.com
Columna del Padre Tomás
En la antigüedad se solían marcar los caminos con postes o pequeñas columnas. Eran los puntos de referencia para ir haciendo camino. A veces también se usaban las columnas para recordar hechos, personas, acontecimientos a no olvidar.
Las columnas del Padre Tomás del Valle son un poco ambas cosas. Piedras que marcan el camino que se va haciendo cada día, sin rutas, sin marcas. Y también Columnas que recuerdan hechos, personas, acontecimientos. En ambos casos no es otra cosa que un intento de trazar caminos en la aldea global.
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lunes, 19 de enero de 2009
SI, SE PUEDE
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