Recuerdo de mis años de infancia y adolescencia cuando recorría el barrio donde vivía un gran circo, que precisamente se llamaba "Circo Americano" Nos encandilaban a los niños con sus piruetas, sus elefantes, sus payasadas, sus trapecistas, sus presentadores. Era algo que siempre esperábamos hacia el verano y tratábamos de portarnos bien para que nuestros padres nos llevaran. Era el Circo.
La última semana de agosto y la primera de septiembre nos han brindado a la nación americana, y a todos los que vivimos en ella, un gran circo, el Circo de las Convenciones Políticas tanto demócrata como republicana.
Ha concluido la primera y nos ha presentado el candidato que pretende ser elegido como el presidente cuadragésimo cuarto de los Estados Unidos. Pero, ¿quién es Barak Hussein Obama?
Para un segmento de la sociedad americana es un negro más, con toda la carga de insulto que tiene la palabra, salido de una isla, con un pasado de cercanía al Islam por herencia paterna y que, durante ocho años, asistió a escuelas musulmanas en Indonesia donde su familia se trasladó una vez se divorciaron sus padres.
Para otro segmento de la sociedad es un excelente abogado, egresado de una de las universidades más prestigiosas, vivero de políticos y pensadores blancos. En dicho centro de estudios dirigió la revista Harvard Law Review donde igualmente se graduó con altos honres. El establishment blanco lo considera uno de los suyos. Es un "oreo cookie" blanco por dentro, negro por fuera.
Para la comunidad afroamericana, descendiente de esclavos y ciudadanos maltratados y discriminados terriblemente en esta nación, es un advenedizo. Muchos no lo consideran genuinamente un afroamericano. Su padre no vino como esclavo a este país. Era una persona altamente cualificada, graduado también de Harvard. Poco aportó a este país ya que pronto se divorció y regresó a África.
Obama Hussein no ha sentido en su carne y en su vida la discriminación y el insulto que han tenido que vivir los afroamericanos. Tenía siete años de edad, y vivía en un país musulmán, cuando Martin Luther King fue asesinado por defender los derechos de todos a vivir con dignidad, la misma dignidad que se le negaba a un gran sector de la sociedad por el mero hecho de tener un color de piel distinto.
Para la comunidad hispana es un mulato. Hijo de padre africano y madre blanca. A lo largo de la historia de nuestros países, los mulatos eran rechazados tanto por el europeo como por el nativo. No eran ni blancos ni negros ni indios.
Eran un intermedio. Es cierto que tenemos ejemplos de mulatos ilustres, como San Martín de Porres en Perú, al igual que el gran escritor el Inca Garcilaso. Otros no se recuerdan con respeto. André Petion, el primer presidente de Haití era mulato. Se habla incluso de que Rafael Leónidas Trujillo tenía sangre mezclada en sus venas. Y además de mulato, Obama Hussein es isleño.
Estamos ante un fenómeno nuevo en la historia política de los Estados Unidos. Un representante de las minorías podría convertirse en el dirigente del país. ¿Será capaz de entender los problemas sociales que atraviesa la sociedad: emigración, salud, respeto a la persona, paz, medio ambiente?. Esperemos que no sea un actor en un circo sino un digno presidente de todos los ciudadanos de este país. Que nos diga realmente quién es.
http://www.columnadelpadretomas.blogspot.com/
Columna del Padre Tomás
En la antigüedad se solían marcar los caminos con postes o pequeñas columnas. Eran los puntos de referencia para ir haciendo camino. A veces también se usaban las columnas para recordar hechos, personas, acontecimientos a no olvidar.
Las columnas del Padre Tomás del Valle son un poco ambas cosas. Piedras que marcan el camino que se va haciendo cada día, sin rutas, sin marcas. Y también Columnas que recuerdan hechos, personas, acontecimientos. En ambos casos no es otra cosa que un intento de trazar caminos en la aldea global.
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viernes, 29 de agosto de 2008
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