Cuando en abril de 2006 los cardenales reunidos en asamblea eligieron a Joseph Ratzinger para suceder a Juan Pablo II al frente de la Iglesia Católica tanto la mayoría de los periodistas allí presentes como muchos intelectuales y hombres de Iglesia nos preguntamos hasta cuando y cómo el nuevo Papa iba a enfrentar los diversos retos que se le presentaban por delante. No es un secreto para nadie que el elegido es uno de los grandes teólogos modernos, padre intelectual del Concilio Vaticano II. Como asesor de diversos cardenales y obispos alemanes durante la Asamblea Sinodal dejó su impronta. Pero el tiempo también corre para los papas, y el deterioro de su salud y ancianidad van minando sus fuerzas. De ahí que cada año se deba enfrentar a nuevos retos, a nuevas situaciones en el mundo y en la Iglesia.
Este año 2008 ha traído para Benedicto XVI tres grandes retos, dos de los cuales ya ha superado, y podríamos decir que exitosamente. Se trata de los Viajes Pastorales tanto a los Estados Unidos como a Australia.
En ambos ha demostrado una gran valentía y una claridad que no se esperaba de un ex presidente del Santo Oficio, de un papa ya anciano. En ambas ocasiones habló alto y claro sobre el problema del abuso sacerdotal de menores. Aún cuando era de esperar que dicho tema saliera a relucir en ambas visitas, no eran el motivo principal de sus viajes. Cuando vino a los Estados Unidos lo que pretendía era confirmar en la fe y la esperanza a una comunidad católica joven, que enfrenta los retos de la modernidad, que es multicultural y multiétnica, que necesita sanarse de sus heridas. Su auditorio y su mensaje en Australia fueron totalmente diversos.
En las lejanas tierras australianas se reunió con la juventud católica de todo el mundo. Eran las Jornadas Mundiales de la Juventud. Al futuro de la Iglesia y de la Humanidad le presentó el mensaje de un Cristo siempre joven, que nos reta a construir un mundo donde se respeta tanto la propia vida y la propia conciencia como el medio ambiente donde convivimos y nos movemos.
Somos administradores, no destructores, de la naturaleza, del planeta tierra donde nos movemos, somos y existimos. Como dato curioso utilizó un medio de comunicación muy querido por los jóvenes, los enviados por teléfonos celulares, los populares SMS. Fue un reconocimiento implícito y claro sobre el uso de las nuevas tecnologías al servicio de la evangelización.
El tercer reto de Benedicto XVI en este año se llevará a cabo en el próximo mes de octubre. Se trata de la 12 Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos. Se ha constatado cómo 40 años después del Vaticano II la Biblia aún no ocupa un puesto principal en la vida de la comunidad católica. Durante un mes una representación de obispos de todo el mundo, junto con expertos y peritos en estudios bíblicos, estudiará y presentarán recomendaciones para que la Palabra de Dios forme parte cada vez más de la vida del creyente. “La Palabra de Dios en la vida y misión de la Iglesia” es el tema de estudio y discusión.
El Papa al proponer este tema lo que ha pretendido ha sido el concluir un trabajo ya iniciado hace poco más de un siglo. A finales del siglo XIX la Iglesia Católica reconoció que estaba atrasada en el estudio de la Biblia y se había quedado rezagada en las investigaciones. Surge entonces un movimiento de eruditos y expertos que, dirigidos por los padres dominicos franceses, establecen la Ecole Biblique en la ciudad de Jerusalén. Con ellos da comienzo toda una corriente de estudio, conocimiento y presentación de la Palabra de Dios. Podríamos decir que fueron tres grandes momentos los que marcan la vida de este movimiento. Mario J.Paredes
El primero va a ser la publicación de la llamada Biblia de Jerusalén, el otro va a ser el Concilio Vaticano II con su Constitución sobre la Palabra de Dios y el tercero, a no dudarlo, va a ser esta 12 Asamblea Ordinaria del Sínodo de Obispos.
Esta Asamblea estará formada por representantes de todos los Obispos Católicos del mundo, junto con expertos invitados directamente por el Papa. Entre estos últimos destaca un líder católico hispano, el Sr. Mario Paredes, quien estará participando como experto, miembro destacado de la American Bible Society.
Un reto nuevo para Benedicto XVI. A no dudarlo un nuevo éxito en su pontificado.
Columna del Padre Tomás
En la antigüedad se solían marcar los caminos con postes o pequeñas columnas. Eran los puntos de referencia para ir haciendo camino. A veces también se usaban las columnas para recordar hechos, personas, acontecimientos a no olvidar.
Las columnas del Padre Tomás del Valle son un poco ambas cosas. Piedras que marcan el camino que se va haciendo cada día, sin rutas, sin marcas. Y también Columnas que recuerdan hechos, personas, acontecimientos. En ambos casos no es otra cosa que un intento de trazar caminos en la aldea global.
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