En una de las paredes externas del Parlamento Griego hay escrita una frase atribuida a Pericles: . “Para los hombres libres toda tierra es Patria” Hace unos días, y gracias a las nuevas tecnologías de comunicación, cerca de mil doscientos millones de personas en todo el planeta nos hemos identificado con lo dicho por Pericles. Cuando lentamente iba subiendo la cápsula de las entrañas de la tierra en un lugar del desierto de Atacama, todos nos sentimos un poco chilenos. Todos, conteniendo un poco la respiración, asistimos al hecho de ver cómo 33 hombres habían sobrevivido a más de dos meses de encierro en las entrañas de la tierra.
Uno de los grandes líderes religiosos del siglo XX, hijo de sencillos campesinos, que llegó a ocupar la más alta dignidad en la Iglesia Católica, Angelo Roncalli, más conocido como Juan XXI, invitaba a saber leer los signos de los tiempos. A ver la realidad de la vida como una gran escuela. Y el caso de los mineros atrapados y salvados es una de esas ocasiones de lectura de los signos de los tiempos.
Una primera lectura es el supremo valor de la vida. Ante el reto difícil por no decir imposible, de salvar o dejar morir, la sociedad chilena apostó por la vida. Los mineros apostaron por la vida. Los medios de comunicación nos mostraron sorprendidos cómo la vida es más importante que la muerte para los chilenos.
Estamos acostumbrados a ver a los políticos en mítines, ofreciendo fantasías y presentando utopías. Fue extraño ver a un presidente rezar, y hacerlo sinceramente. Estoy seguro que más de dos analistas expresarán sus opiniones diciendo que es parte de su campaña de relaciones públicas. Pero el Presidente de Chile mostró ante su pueblo y ante los medios que es un hombre creyente. ¿Cuántos políticos nos hacen saber de sus creencias, de su vida de fe, de sus convicciones religiosas? Muchas veces elegimos a expertos en economía, sociología, derecho. Sabemos de su vida familiar y de sus aficiones. Pero, ¿sabemos de sus creencias? ¿Del credo que da sentido a sus vidas? ¿Cómo lo demuestran? A la hora de la elección de un responsable de gobierno no sería mala idea preguntarnos si es capaz de rezar y de hacerlo sinceramente no importando a qué tradición religiosa pertenezca. ¿Es creyente y reza?
En ese salvamento estaba Raymundo y todo el mundo. No se lo perdió nadie. Pero, ¿dónde estaban los líderes religiosos? ¿Dónde estaban los obispos que, muy legítimamente, hablan en defensa de la vida? ¿Dónde estaban los dirigentes de las diversas Iglesias? ¿Dónde estaban los Rabinos? Me consta que hay una comunidad judía muy seria y respetada en Chile. ¿Dónde estaban los Imanes? La comunidad musulmana en el país es abundante. Me temo que, utilizando el argot futbolístico, los líderes políticos, los simples mineros, los familiares, todos los envueltos en el proceso le metieron un gol por toda la escuadra al liderazgo religioso chileno. ¡Qué pena!
¿Más lecciones? Son muchas y no tenemos espacio. Podríamos hablar de las dificultades de los mineros en el desarrollo de sus trabajos, máxime en un país como Chile que ha sido pionero en América Latina en su lucha por la justicia social. Ah, por un día yo también soy chileno.
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1 comentario:
gracias padre para compartir cosa muy bellas y tristes tambien padre se lo agradesco de corazon ana maria de argentina ciudad de mar del plata lluvias y santas bendiciones
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