Mayo 11, 2014
Una de las grandes novedades del pontificado de Juan Pablo II
fueron sus viajes.
Pero no fue ni el único ni el primero de los papas del siglo XX en viajar.
Desde que Pío IX en 1870 se encerró en los Palacios Vaticanos como protesta por la pérdida de los Estados Pontificios, ningún papa había salido de Roma hasta Juan XXIII. El “Papa Bueno” como era conocido, viajó al Santuario de Loreto y a la Basílica de San Francisco de Asís. Su sucesor, Pablo VI, realizó 10 viajes.
Fue el primer papa en visitar el continente americano: Nueva York en 1965 y Bogotá en 1968.
La prematura muerte de Juan Pablo I impidió que realizara una visita a México. Juan Pablo II a lo largo de su pontificado hizo 104 viajes fuera de Italia y 146 en la misma Italia.
Francisco, aun cuando no se espera que lleve a cabo muchos viajes, sin embargo ya tiene las maletas listas. Dentro de Italia ha llevado a cabo varios.
El primero fue a las playas de Lampedusa, la puerta de entrada de emigrantes indocumentados a la vieja y degenerada Europa.
Fue un viaje de encuentro y denuncia. Encuentro con los que buscan un futuro y una vida mejor en la mítica Comunidad Europea, como si de una Tierra Prometida se tratara. Y también denuncia: cómo se trafica con seres humanos como si no tuvieran dignidad. Fuera de Italia el viaje más importante ha sido el realizado a Brasil. Allí se encontró con las fuerzas vivas y el futuro de la comunidad católica.
En la playa de Copacabana se entremezclaron jóvenes brasileños junto con personas llegadas de lugares tan insólitos como Iraq, Líbano o los mismos territorios palestinos. Se acercó a la periferia y al futuro.
El próximo viaje de Francisco es a una zona de alto riesgo según los creadores de opinión y de algunos llamados periodistas que no salen de las salas de redacción o se nutren de las páginas y buscadores de internet.Va a visitar Jordania, los territorios palestinos e Israel. La razón oficial de este viaje es la conmemoración del encuentro entre Pablo VI, Papa de Roma con el Patriarca Atenágoras de Constantinopla, la figura más representativa de las Iglesias Ortodoxas. Hacía 910 años que no se había dado un encuentro entre ambos patriarcas. Fue el comienzo oficial del deshielo y la desunión de las dos Iglesias, la de Occidente y Oriente. El sucesor de Pedro, el papa, y el sucesor de su hermano Andrés, el patriarca de Constantinopla, la actual Estambul. Se levantaron las mutuas excomuniones. Se comenzó un largo caminar hacia la unidad del cristianismo.
Este año 2014 se cumplen los 50 años de aquel encuentro. Francisco, con una gran visión de futuro, quiere recordar este medio siglo donde ocurrió acompañado por el sucesor del Patriarca de Constantinopla y de diversos patriarcas orientales. Se reunirá y orarán juntos en el Santo Sepulcro.
De paso será acogido por los hermanos mayores en la fe, los judíos, y los lejanos hijos de Abrahán, los discípulos del profeta Mahoma. Lo acompañan en la comitiva un rabino judío y un imán musulmán. Van a visitar Jerusalén, la morada de un Dios, la capital de dos pueblos, el templo de tres religiones.
Descubriendo el Siglo XXI, en la persona de este columnista, será testigo.
Tertuliasiglo21@aol.com
Columna del Padre Tomás
En la antigüedad se solían marcar los caminos con postes o pequeñas columnas. Eran los puntos de referencia para ir haciendo camino. A veces también se usaban las columnas para recordar hechos, personas, acontecimientos a no olvidar.
Las columnas del Padre Tomás del Valle son un poco ambas cosas. Piedras que marcan el camino que se va haciendo cada día, sin rutas, sin marcas. Y también Columnas que recuerdan hechos, personas, acontecimientos. En ambos casos no es otra cosa que un intento de trazar caminos en la aldea global.
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