El año 2000 marcó el comienzo de una nueva etapa en la historia de Occidente. Conmemorábamos los dos mil años del nacimiento de un predicador que nació en una provincia marginal del Imperio Romano. Para muchos fue comenzar un tercer milenio, lleno de expectativas y de nuevos proyectos. Pocos pensaban que era el comienzo de calamidades y desgracias.
En septiembre de 2001 un grupo de fanáticos religiosos nos destruyeron los símbolos del poder económico y militar. La caída de las Torres nos presagiaba un futuro incierto.
De la caída de aquellos símbolos nos vimos envueltos en dos guerras que ya llevan destruidos dos países, llenos los cementerios, agotados los dineros del Estado, sembrados de inseguridad y depresión todos los aspectos de nuestra vida.
De la caída de aquellos símbolos han surgido también el caos en los bancos, se han destapado las trampas financieras, nos hemos visto envueltos en problemas de inseguridades económicas de las cuales nos vemos el final.
Ante estos hechos han surgido agoreros y profetas de calamidades. Desde aquellos que pretenden anunciarnos la inminencia del fin del mundo, a los que nos dicen que el único dios que existe es el billete de banco, la tarjeta de crédito, el tener, el ser importante, el lucirse gastar y aparentar. Para ellos la navidad no es otra cosa que un comprar y comer sin control. Hay que salvar la economía consumiendo. No sirven los símbolos religiosos. Es de mal gusto en una sociedad donde los fanáticos religiosos nos han destruido nuestras seguridades.
También han surgido, por otro lado, los creyentes sinceros. Aquellos para los cuales la navidad no es tan solo un día al año. Son todos los días. Son navidad los días en que miramos un niño, lo respetamos porque es símbolo de una vida que nace, y todo lo que nace es frágil y hay que cuidarlo. Son navidad los días en que miramos al anciano y lo tratamos con respeto. Gracias a ellos, a su trabajo y su ilusión por la vida hemos logrado formar familias, construir el país, vivir mejor de cómo ellos lo hicieron al principio de su existencia. Son navidad los días en que miramos al encarcelado. A veces vemos en ellos al delincuente, al que se equivocó, al que nos engañó o nos violentó.
Son el espejo de nuestras equivocaciones, de nuestros fracasos, de nuestras formas egoístas de ver y construir la vida. Pocas veces vemos en ellos a un ser humano débil, engañado, víctima de la sociedad egoísta, violenta y cruel que hemos creado. Son navidad los días en que miramos al emigrante sin papeles, explotado, deprimido, que vive los días con nostalgia de los suyos, ansiando un abrazo cálido y sincero. Son navidad los días en que nos acercamos a los hospitales y vemos y acompañamos al hermano enfermo, herido, solo, que ansía cariño y calor humano. Son navidad esos días en que nos reunimos en torno a una mesa para compartir unos alimentos que nos recuerdan nuestra infancia donde compartíamos dulces y canciones, añoranzas de tiempos pasados, tierras lejanas, familias divididas o separadas.
Navidad es cualquier día del año en amamos, compartimos y respetamos a todo ser humano que se acerca a nosotros.
Tertuliasiglo21@aol.com
Columna del Padre Tomás
En la antigüedad se solían marcar los caminos con postes o pequeñas columnas. Eran los puntos de referencia para ir haciendo camino. A veces también se usaban las columnas para recordar hechos, personas, acontecimientos a no olvidar.
Las columnas del Padre Tomás del Valle son un poco ambas cosas. Piedras que marcan el camino que se va haciendo cada día, sin rutas, sin marcas. Y también Columnas que recuerdan hechos, personas, acontecimientos. En ambos casos no es otra cosa que un intento de trazar caminos en la aldea global.
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sábado, 20 de diciembre de 2008
viernes, 5 de diciembre de 2008
VOCABULARIO PARA
SEGUIR LA NAVIDAD
Cuando llega esta época del año en el mundo llamado cristiano solemos celebrar y recordar el nacimiento de un judío marginal que vivió en el siglo I de la era actual. Su doctrina y ejemplo han llegado hasta nosotros con más o menos fidelidad.
En el mundo europeo mediterráneo se estableció que la fecha de su nacimiento fuera el 25 de diciembre, en una humilde cueva situada en las laderas de la aldea de Belén, un pequeño poblado en el este de Jerusalén. Cuando sus seguidores, establecidos en Roma, casi tres siglos después, vieron la conveniencia de celebrar su nacimiento en una fecha determinada, decidieron que esta fuera la del 25 de diciembre.
En el mundo cristiano oriental, el de Asia Menor, se estableció la fecha del 6 de enero como la más apropiada para celebrar tal nacimiento. Desde entonces hasta el día de hoy se han dado una serie de versiones y se han adornado estas celebraciones con diversos personajes y objetos. Veamos algunos de ellos.
NAVIDAD, esta palabra es una abreviación del vocablo NATIVIDAD, el cual significa nacimiento, y sirve para indicar el día del nacimiento de Jesús de Nazaret, un judío procedente de la Provincia Romana de Judea en el siglo I.
BELEN, es la traducción castellana de BETLEHEM, nombre hebreo de una pequeña aldea cercana a Jerusalén. Significa Casa del Pan, o Panadería. Dicho lugar es famoso en el mundo religioso judío ya que allí nació David, el gran rey fundador de Jerusalén.
TRES SANTOS REYES. Misteriosos personajes que, siguiendo las profecías y unos signos extraños en el firmamento, llegaron a Jerusalén en busca del llamado Rey de los Judíos. No sabemos ni cuantos eran ni sus nombres ni de donde vinieron ni a donde iban. Tan sólo el evangelista Mateo nos cuenta de su existencia y nos dice que ofrecieron tres regalos, de ahí que Beda el Venerable en la Edad Media supuso que eran tres.
ARBOL DE NAVIDAD Tradición centroeuropea que recuerda el árbol del paraíso terrenal, en el cual según aparece en el primer libro de la Biblia, el demonio tentó a Eva. De un árbol vino la perdición, de un árbol adornado por la estrella de los Reyes y el ángel, nos viene la salvación llevada a cabo por el nacimiento de Cristo.
VILLANCICOS. Como su nombre indica, coplas populares cantadas por los villanos, o sea los habitantes de las villas y aldeas. Son de diversos los temas que se cantan, de amor, nostalgia, etc. Los más conocidos son los dedicados al nacimiento e infancia de Jesús de Nazaret, su madre, su padre adoptivo, etc. Se cantan fundamentalmente en esta etapa del año, quedando asociado su nombre a la navidad.
SANTA CLAUS-PAPA NOEL-SANTA- Personaje grotesco grasoso, gordo y ridículo que, tomando como base al obispo San Nicolás, lleva regalos a los niños. Esta tradición holandesa de honrar a los menores el 6 de diciembre fue traía a los Estados Unidos por los colonizadores y comerciantes holandeses, quienes la extendieron en la ciudad de Nueva Amsterdam, ciudad que posteriormente cambiaría su nombre por el de Nueva York. Originalmente iba vestido de azul. En el siglo pasado, en unas fiestas navideñas unos grandes almacenes neoyorquinos lo vistieron de rojo, ya que un conocido refresco tenía pintadas sus latas y botellas de ese color. Desde entonces todos los años vemos como se ridiculiza a los ancianos, se engaña a los niños y se invita al consumismo salvaje y desenfrenado en unas fechas en las cuales el mensaje auténtico del nacimiento de Cristo se relega al olvido.
Podríamos continuar con los diversos signos, pero el espacio no da para más. Tan solo recordar que navidad es cualquier día del año en que nos acercamos a un ser humano y lo tratamos como ser humano, con dignidad, como lo que es, como hermano..
En el mundo europeo mediterráneo se estableció que la fecha de su nacimiento fuera el 25 de diciembre, en una humilde cueva situada en las laderas de la aldea de Belén, un pequeño poblado en el este de Jerusalén. Cuando sus seguidores, establecidos en Roma, casi tres siglos después, vieron la conveniencia de celebrar su nacimiento en una fecha determinada, decidieron que esta fuera la del 25 de diciembre.
En el mundo cristiano oriental, el de Asia Menor, se estableció la fecha del 6 de enero como la más apropiada para celebrar tal nacimiento. Desde entonces hasta el día de hoy se han dado una serie de versiones y se han adornado estas celebraciones con diversos personajes y objetos. Veamos algunos de ellos.
NAVIDAD, esta palabra es una abreviación del vocablo NATIVIDAD, el cual significa nacimiento, y sirve para indicar el día del nacimiento de Jesús de Nazaret, un judío procedente de la Provincia Romana de Judea en el siglo I.
BELEN, es la traducción castellana de BETLEHEM, nombre hebreo de una pequeña aldea cercana a Jerusalén. Significa Casa del Pan, o Panadería. Dicho lugar es famoso en el mundo religioso judío ya que allí nació David, el gran rey fundador de Jerusalén.
TRES SANTOS REYES. Misteriosos personajes que, siguiendo las profecías y unos signos extraños en el firmamento, llegaron a Jerusalén en busca del llamado Rey de los Judíos. No sabemos ni cuantos eran ni sus nombres ni de donde vinieron ni a donde iban. Tan sólo el evangelista Mateo nos cuenta de su existencia y nos dice que ofrecieron tres regalos, de ahí que Beda el Venerable en la Edad Media supuso que eran tres.
ARBOL DE NAVIDAD Tradición centroeuropea que recuerda el árbol del paraíso terrenal, en el cual según aparece en el primer libro de la Biblia, el demonio tentó a Eva. De un árbol vino la perdición, de un árbol adornado por la estrella de los Reyes y el ángel, nos viene la salvación llevada a cabo por el nacimiento de Cristo.
VILLANCICOS. Como su nombre indica, coplas populares cantadas por los villanos, o sea los habitantes de las villas y aldeas. Son de diversos los temas que se cantan, de amor, nostalgia, etc. Los más conocidos son los dedicados al nacimiento e infancia de Jesús de Nazaret, su madre, su padre adoptivo, etc. Se cantan fundamentalmente en esta etapa del año, quedando asociado su nombre a la navidad.
SANTA CLAUS-PAPA NOEL-SANTA- Personaje grotesco grasoso, gordo y ridículo que, tomando como base al obispo San Nicolás, lleva regalos a los niños. Esta tradición holandesa de honrar a los menores el 6 de diciembre fue traía a los Estados Unidos por los colonizadores y comerciantes holandeses, quienes la extendieron en la ciudad de Nueva Amsterdam, ciudad que posteriormente cambiaría su nombre por el de Nueva York. Originalmente iba vestido de azul. En el siglo pasado, en unas fiestas navideñas unos grandes almacenes neoyorquinos lo vistieron de rojo, ya que un conocido refresco tenía pintadas sus latas y botellas de ese color. Desde entonces todos los años vemos como se ridiculiza a los ancianos, se engaña a los niños y se invita al consumismo salvaje y desenfrenado en unas fechas en las cuales el mensaje auténtico del nacimiento de Cristo se relega al olvido.
Podríamos continuar con los diversos signos, pero el espacio no da para más. Tan solo recordar que navidad es cualquier día del año en que nos acercamos a un ser humano y lo tratamos como ser humano, con dignidad, como lo que es, como hermano..
viernes, 21 de noviembre de 2008
2008 AÑO DE:
NOSTALGIAS Y RECUERDOS
"Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar.Caminante no hay camino, se hace camino al andar"… Con estos simples versos el poeta nos recuerda cómo la vida es un eterno caminar, un seguir adelante a pesar de penas y tristezas, pero también de alegrías y esperanzas.
Estamos en los últimos días de este extraño año de 2008. Y digo así porque han sido muchos los recuerdos y aniversarios que nos ha deparado.
Hace setenta años, en noviembre de 1938, el mundo llamado civilizado contemplaba sin inmutarse el comienzo de una masacre que llevaría a la muerte, años después, a seis millones de personas por el mero hecho de pertenecer a un grupo religioso. La noche del 9 al 10 de noviembre de 1938 fue la "Noche de los Cristales Rotos" En tal ocasión, en pocas horas, se destruyeron cerca de 1.574 sinagogas, muchos cementerios judíos, más de 7.000 tiendas y 29 almacenes igualmente judíos. Más de 30.000 judíos fueron detenidos e internados en campos de concentración.. El número de judíos alemanes asesinados es incierto, con estimaciones de entre 36 a 200 aproximadamente durante más de dos días de levantamientos. Nadie hizo nada.
Hace sesenta años, el 10 de diciembre de 1948, la Comunidad Internacional proclamó la Declaración Universal de los Derechos Humanos. La segunda guerra mundial, pocos años antes concluida, había hecho tomar conciencia de que sin dignidad, sin respeto al ser humano, sin libertad no se puede construir un mundo, una civilización, una historia. Ese mismo año, 10 años después de la "Noche de los Cristales Rotos", se proclamó la independencia del Estado de Israel.
Hace cincuenta años, diciembre de 1958, las tropas de Fidel Castro y Ernesto "Che" Guevara se acercaron a La Habana para dar paso el 1 de enero a la Revolución Cubana. Desde entonces el pueblo cubano ha vivido con sangre, sudor y lágrimas
Hace cuarenta años, fue asesinada la esperanza en Estados Unidos.
Robert Kennedy junto con Martin Luther King, en pleno conflicto de Viet Nam, habían ilusionado a toda una generación de norteamericanos animándoles a hacer realidad un sueño, el de la libertad, la igualdad y el respeto mutuo. Esos sueños tardarían una generación en hacerse realidad.
Hace treinta años, en Irán comenzó la Revolución de los Ayatollahs instaurando una República Teocrática cuyas consecuencias y efectos aún convulsionan el mundo musulmán. Ese mismo año, un actor de teatro polaco, llegado a cardenal, ocupó la máxima jerarquía de la Iglesia Católica. Sus actuaciones y declaraciones serán decisivas en la creación de una sociedad nueva.
Hace veinte años comenzó en la Unión Soviética un programa de restructuración económica, la Perestroika, guiada por Mikhail Gorvachov, el cual culminaría con la disolución del Muro Soviético y la desaparición de la Europa nacida después de la Conferencia de Yalta al concluir la Segunda Guerra Mundial
2008 nos ha traído un hecho insólito: por primera vez un afroamericano va a ocupar la Presidencia de los Estados Unidos. Por primera vez una descendiente de esclavos africanos va a ser la Primera Dama de Estados Unidos.
Extraño 2008.
Tertuliasiglo21@aol.com
Estamos en los últimos días de este extraño año de 2008. Y digo así porque han sido muchos los recuerdos y aniversarios que nos ha deparado.
Hace setenta años, en noviembre de 1938, el mundo llamado civilizado contemplaba sin inmutarse el comienzo de una masacre que llevaría a la muerte, años después, a seis millones de personas por el mero hecho de pertenecer a un grupo religioso. La noche del 9 al 10 de noviembre de 1938 fue la "Noche de los Cristales Rotos" En tal ocasión, en pocas horas, se destruyeron cerca de 1.574 sinagogas, muchos cementerios judíos, más de 7.000 tiendas y 29 almacenes igualmente judíos. Más de 30.000 judíos fueron detenidos e internados en campos de concentración.. El número de judíos alemanes asesinados es incierto, con estimaciones de entre 36 a 200 aproximadamente durante más de dos días de levantamientos. Nadie hizo nada.
Hace sesenta años, el 10 de diciembre de 1948, la Comunidad Internacional proclamó la Declaración Universal de los Derechos Humanos. La segunda guerra mundial, pocos años antes concluida, había hecho tomar conciencia de que sin dignidad, sin respeto al ser humano, sin libertad no se puede construir un mundo, una civilización, una historia. Ese mismo año, 10 años después de la "Noche de los Cristales Rotos", se proclamó la independencia del Estado de Israel.
Hace cincuenta años, diciembre de 1958, las tropas de Fidel Castro y Ernesto "Che" Guevara se acercaron a La Habana para dar paso el 1 de enero a la Revolución Cubana. Desde entonces el pueblo cubano ha vivido con sangre, sudor y lágrimas
Hace cuarenta años, fue asesinada la esperanza en Estados Unidos.
Robert Kennedy junto con Martin Luther King, en pleno conflicto de Viet Nam, habían ilusionado a toda una generación de norteamericanos animándoles a hacer realidad un sueño, el de la libertad, la igualdad y el respeto mutuo. Esos sueños tardarían una generación en hacerse realidad.
Hace treinta años, en Irán comenzó la Revolución de los Ayatollahs instaurando una República Teocrática cuyas consecuencias y efectos aún convulsionan el mundo musulmán. Ese mismo año, un actor de teatro polaco, llegado a cardenal, ocupó la máxima jerarquía de la Iglesia Católica. Sus actuaciones y declaraciones serán decisivas en la creación de una sociedad nueva.
Hace veinte años comenzó en la Unión Soviética un programa de restructuración económica, la Perestroika, guiada por Mikhail Gorvachov, el cual culminaría con la disolución del Muro Soviético y la desaparición de la Europa nacida después de la Conferencia de Yalta al concluir la Segunda Guerra Mundial
2008 nos ha traído un hecho insólito: por primera vez un afroamericano va a ocupar la Presidencia de los Estados Unidos. Por primera vez una descendiente de esclavos africanos va a ser la Primera Dama de Estados Unidos.
Extraño 2008.
Tertuliasiglo21@aol.com
jueves, 6 de noviembre de 2008
NO PREGUNTES
Fue en el discurso de toma de posesión de John F. Kennedy cuando se pronunciaron aquellas históricas palabras: "Ciudadano, no le preguntes al gobierno lo que él puede hacer por ti. Pregúntate lo que puedes hacer por tu país." Y eso es precisamente lo que viene a reflexión en este momento histórico y decisivo en la historia de Estados Unidos y del mundo entero.
Todavía estamos saliendo de la sorpresa y del escepticismo ante la elección de Barack Hussein Obama como el cuadragésimo cuarto presidente de los Estados Unidos de América. En otras circunstancias normales no debería sorprendernos una elección presidencial en Estados Unidos.
Hemos asistido a muchas de ellas.
Pero ésta tiene unas características especiales.
Es la segunda elección de un presidente en el siglo XXI.
El elegido no pertenece a ninguna de las grandes familias tradicionales de la política.
No tiene detrás una carrera extensa ni en el gobierno ni en las esferas de poder. No ha luchado por las grandes batallas que han afectado a las minorías, sobre todo la africana, en el país.
A estas alturas ya todos sabemos más o menos su trayectoria vital. Hijo de intelectuales, africano y americana de origen irlandés, criado en ambientes multiculturales y multi religiosos, dedicado al servicio de los menos favorecidos de Chicago. Todo su pasado es eso, pasado.
Pero ahora veamos su futuro y sus retos, los cuales no podemos ignorar. África fue el centro de la Humanidad los dos primeros millones de años de la Historia hasta hace dos mil años. Desde hace medio milenio la Humanidad estuvo regida por potencias y líderes blancos occidentales. Obama va a ser el primer hombre de color e hijo de africano que va a regir una potencia global, los Estados Unidos de América.
Y este nuevo presidente tiene ante sí unos retos los cuales no puede afrontar si no es con el respaldo de los casi cincuenta millones de norteamericanos que le brindaron su confianza votando por él.
El modelo económico que debe regir la aldea global, la paz en Medio Oriente, centrada en los dos grandes conflictos Irak y el palestino-israelí, la amenaza nuclear iraní, la guerra contra el terrorismo, el conflicto afgano, el calentamiento global, las fuentes de energía alternativas, la legalización de la emigración, el control de las drogas ilegales, las dictaduras latinoamericanas de diverso cariz, son algunos de los retos que debe enfrentar el nuevo presidente.
Cuenta con el respaldo de sus electores que lo han apoyado. Pero hay cerca de otros cincuenta millones de votantes que no lo han aceptado. Que han visto primero el color de su piel antes que su inteligencia para enfrentar los retos, que se han dejado llevar de prejuicios y modelos que se ha probado que no son válidos.
Desde el "No preguntes" de JFK pasando por "Tengo un sueño" de Martin Luther King, y el "Si, se puede" de Obama han trascurrido 48 años.
Ahora tenemos todos el reto, sobre todo nosotros los hispanos que con nuestro voto y apoyo lo hemos colocado en la Casa Blanca, de ayudarle a construir un mundo mejor del que ha recibido. Un mundo donde se construya la paz, se respete el derecho a la vida desde el primer momento hasta el final de los días, se respete la libertad de opinión, creencia y forma de vida. Un mundo nuevo en una tierra nueva, " the land of the free and the home of the brave" .
Todavía estamos saliendo de la sorpresa y del escepticismo ante la elección de Barack Hussein Obama como el cuadragésimo cuarto presidente de los Estados Unidos de América. En otras circunstancias normales no debería sorprendernos una elección presidencial en Estados Unidos.
Hemos asistido a muchas de ellas.
Pero ésta tiene unas características especiales.
Es la segunda elección de un presidente en el siglo XXI.
El elegido no pertenece a ninguna de las grandes familias tradicionales de la política.
No tiene detrás una carrera extensa ni en el gobierno ni en las esferas de poder. No ha luchado por las grandes batallas que han afectado a las minorías, sobre todo la africana, en el país.
A estas alturas ya todos sabemos más o menos su trayectoria vital. Hijo de intelectuales, africano y americana de origen irlandés, criado en ambientes multiculturales y multi religiosos, dedicado al servicio de los menos favorecidos de Chicago. Todo su pasado es eso, pasado.
Pero ahora veamos su futuro y sus retos, los cuales no podemos ignorar. África fue el centro de la Humanidad los dos primeros millones de años de la Historia hasta hace dos mil años. Desde hace medio milenio la Humanidad estuvo regida por potencias y líderes blancos occidentales. Obama va a ser el primer hombre de color e hijo de africano que va a regir una potencia global, los Estados Unidos de América.
Y este nuevo presidente tiene ante sí unos retos los cuales no puede afrontar si no es con el respaldo de los casi cincuenta millones de norteamericanos que le brindaron su confianza votando por él.
El modelo económico que debe regir la aldea global, la paz en Medio Oriente, centrada en los dos grandes conflictos Irak y el palestino-israelí, la amenaza nuclear iraní, la guerra contra el terrorismo, el conflicto afgano, el calentamiento global, las fuentes de energía alternativas, la legalización de la emigración, el control de las drogas ilegales, las dictaduras latinoamericanas de diverso cariz, son algunos de los retos que debe enfrentar el nuevo presidente.
Cuenta con el respaldo de sus electores que lo han apoyado. Pero hay cerca de otros cincuenta millones de votantes que no lo han aceptado. Que han visto primero el color de su piel antes que su inteligencia para enfrentar los retos, que se han dejado llevar de prejuicios y modelos que se ha probado que no son válidos.
Desde el "No preguntes" de JFK pasando por "Tengo un sueño" de Martin Luther King, y el "Si, se puede" de Obama han trascurrido 48 años.
Ahora tenemos todos el reto, sobre todo nosotros los hispanos que con nuestro voto y apoyo lo hemos colocado en la Casa Blanca, de ayudarle a construir un mundo mejor del que ha recibido. Un mundo donde se construya la paz, se respete el derecho a la vida desde el primer momento hasta el final de los días, se respete la libertad de opinión, creencia y forma de vida. Un mundo nuevo en una tierra nueva, " the land of the free and the home of the brave" .
viernes, 24 de octubre de 2008
LA CHINA DESCONCERTANTE
Desde la noche de los tiempos, como solían contar nuestros abuelos, China ha sido un misterio y un enigma para el hombre occidental. Desde ese lenguaje enrevesado e ininteligible, hecho de garabatos y extraños fonemas, hasta su misma forma de ser, vivir y existir.
He vuelto a recorrer China y lo estoy haciendo después de los Juegos Olímpicos. Me interesaba más el conocer la China del día después. La de la resaca. Es más real. Y me estoy encontrando con dos Chinas. La triunfal, que se siente orgullosa de sus Juegos, los de Un Mundo, un Sueño. Para ello se construyeron un aeropuerto nuevo, que es la envidia de muchas administraciones occidentales. Ahora está vacío. Conectaron con tren algunas de las ciudades donde se llevaron a cabo varios eventos. La estación y los trenes, de última tecnología. Semivacías las estaciones, demasiado caros los flamantes trenes ultrarrápidos. Se construyeron nuevas estructuras en las ciudades que albergaron eventos olímpicos. Ahora todo ello, desde el Nido del Pájaro a muchos gimnasios, piscinas y estadios, vacíos. Gorras, recuerdos regalados, posters por todas partes de algo que pasó. China tuvo sus cinco minutos de fama. Un Mundo, un Sueño fue su lema
Pero también me he vuelto a encontrar con la otra China. La profunda. Aquella que no vive en Beijing. Que anda en bicicleta. Que se ríe con una sonrisa sincera y alegre de los occidentales con sus narices largas y su espesa barba. Que sigue cultivando los valores familiares. Que sueña con un futuro mejor. Que no abandona las enseñanzas de Confucio y Buda. Esa otra China para la cual el anciano ocupa un lugar importante en la familia. La China para la cual la naturaleza es algo vivo que hay que respetar, que es capaz de cuidar, mantener y mimar árboles con más de mil años. Una comunidad para la cual los niños son su principal tesoro. Una comunidad que comparte los ratos de ocio y asueto entre todos los amigos del barrio. En Beijing existe un parque, el que circunda el Templo del Cielo, donde el jubilado, el desempleado, el forastero va a compartir. Ciertos pasillos son un galimatías. Unos tocando la flauta. Los de más allá hilvanando lana junto a los jugadores de dómino.
La otra China ya no tiene miedo de hablar de Mao y su fracaso. Con desdén se refiere a los Guardias Rojos y a la Revolución Cultural. Empieza a reconocer que la Plaza de Tiananmen fue escenario de un encuentro entre estudiantes y tanques, saldado con sangre, represión y lágrimas.
La otra China sigue sonriendo a las personas cuando hablas con ella, llena de respeto y educación. Sigue respetando y sintiéndose orgullosa de sus raíces, su historia, su cultura. Sonríe. Ama. Vive.
La otra China llena los templos de cualquier religión. Han desenterrado su espíritu religioso y no tienen reparo en manifestarlo. Según datos de expertos, China es el país donde más está creciendo el cristianismo, llegándose a contabilizar un promedio de trescientos millones de cristianos de todas las denominaciones.
De China compramos mercancías de todo tipo a precio de saldo. Sería tiempo que compráramos su estilo de vida, respeto y esperanza. El dragón dormido está despertando y trayéndonos sorpresas.
Beijing, 2008
He vuelto a recorrer China y lo estoy haciendo después de los Juegos Olímpicos. Me interesaba más el conocer la China del día después. La de la resaca. Es más real. Y me estoy encontrando con dos Chinas. La triunfal, que se siente orgullosa de sus Juegos, los de Un Mundo, un Sueño. Para ello se construyeron un aeropuerto nuevo, que es la envidia de muchas administraciones occidentales. Ahora está vacío. Conectaron con tren algunas de las ciudades donde se llevaron a cabo varios eventos. La estación y los trenes, de última tecnología. Semivacías las estaciones, demasiado caros los flamantes trenes ultrarrápidos. Se construyeron nuevas estructuras en las ciudades que albergaron eventos olímpicos. Ahora todo ello, desde el Nido del Pájaro a muchos gimnasios, piscinas y estadios, vacíos. Gorras, recuerdos regalados, posters por todas partes de algo que pasó. China tuvo sus cinco minutos de fama. Un Mundo, un Sueño fue su lema
Pero también me he vuelto a encontrar con la otra China. La profunda. Aquella que no vive en Beijing. Que anda en bicicleta. Que se ríe con una sonrisa sincera y alegre de los occidentales con sus narices largas y su espesa barba. Que sigue cultivando los valores familiares. Que sueña con un futuro mejor. Que no abandona las enseñanzas de Confucio y Buda. Esa otra China para la cual el anciano ocupa un lugar importante en la familia. La China para la cual la naturaleza es algo vivo que hay que respetar, que es capaz de cuidar, mantener y mimar árboles con más de mil años. Una comunidad para la cual los niños son su principal tesoro. Una comunidad que comparte los ratos de ocio y asueto entre todos los amigos del barrio. En Beijing existe un parque, el que circunda el Templo del Cielo, donde el jubilado, el desempleado, el forastero va a compartir. Ciertos pasillos son un galimatías. Unos tocando la flauta. Los de más allá hilvanando lana junto a los jugadores de dómino.
La otra China ya no tiene miedo de hablar de Mao y su fracaso. Con desdén se refiere a los Guardias Rojos y a la Revolución Cultural. Empieza a reconocer que la Plaza de Tiananmen fue escenario de un encuentro entre estudiantes y tanques, saldado con sangre, represión y lágrimas.
La otra China sigue sonriendo a las personas cuando hablas con ella, llena de respeto y educación. Sigue respetando y sintiéndose orgullosa de sus raíces, su historia, su cultura. Sonríe. Ama. Vive.
La otra China llena los templos de cualquier religión. Han desenterrado su espíritu religioso y no tienen reparo en manifestarlo. Según datos de expertos, China es el país donde más está creciendo el cristianismo, llegándose a contabilizar un promedio de trescientos millones de cristianos de todas las denominaciones.
De China compramos mercancías de todo tipo a precio de saldo. Sería tiempo que compráramos su estilo de vida, respeto y esperanza. El dragón dormido está despertando y trayéndonos sorpresas.
Beijing, 2008
jueves, 9 de octubre de 2008
¿Y AHORA QUE?
La prensa de cada día nos regala una nueva lista de bancos en quiebra, ejecutivos inescrupulosos, empresas que cierran sus puertas, gurús que vaticinan calamidades, analistas políticos que hablan de catástrofes apocalípticas, reverendos anunciando el final de los tiempos y, a la vez, de sus jugosas ganancias. Y ante tanta desinformación y caos pocas veces nos preguntamos cómo y por qué comenzó todo este “tsunami” económico.
Habría que echar una larga mirada al pasado siglo XX. Cabría aquí recordar aquello de "aquellos polvos, estos lodos" Todo el siglo estuvo marcado por grandes ideologías y sistemas político-económicos. Desde el comunismo hasta el capitalismo pasando por el nazismo, el fascismo, el nacionalsocialismo y el nacionalsindicalismo, sin excluir los nacionalismos y los movimientos independentistas, colonialistas, militaristas y pacifistas. Todo comenzó a resquebrajarse a partir de la década de los setenta. Concluyó la Guerra de Viet Nam, con la derrota y humillación de la maquinaria militar americana. Se resquebrajó el Muro de Berlín, arrastrando tras de él a la Unión Soviética. Se desmembró todo el entramado de la Guerra Fría dando paso al nacimiento de nuevos países, de nuevas oportunidades, de nuevas formas de vivir y existir. Entre dos formas de vivir: el comunismo y el capitalismo venció este último.
El desmantelamiento de estos sistemas político-económicos se pudo llevar a cabo gracias al liderazgo de ciertas personas que, en las dos últimas décadas del siglo XX dirigieron la Humanidad. Mijail Gorvachov y Boris Yelsin por el lado ruso y Margareth Tatcher, Ronald Reagan y Karol Woijtila por el lado occidental, dirigieron los cambios de una humanidad que cada día estaba más unificada, sensibilizada y globalizada. Las nuevas tecnologías, la energía barata, los mercados emergentes, llevaron a una utopía y a un modelo único: el capitalismo rampante y salvaje.
No duró mucho ese modelo de sociedad nacido con la caída del Muro y de la Unión Soviética. El 11 de septiembre de 2001 la sociedad humana entró en una nueva etapa. Los símbolos del poder económico-las Torres Gemelas- y del poder militar- el Pentágono- fueron salvajemente destruidos. La Globalización se convirtió en una lucha salvaje por la supervivencia de un modelo de vida, de economía, de ser y estar en el mundo que estaba preparado para unos pocos. Se derrumbó. Empezó en el 2001, continuó con la burbuja de internet y con la bajada del precio del dinero del 6.5% al 1%. Ha concluido con la quiebra de los grandes bancos y las grandes firmas de Wall Street debido a cálculos erróneos, avaricias descontroladas, ejecutivos inescrupulosos.
En las últimas décadas del siglo XX se contaba con unos líderes políticos, religiosos, culturales que pudieron dirigir a la Humanidad. Pero ahora, ¿con quién contamos? En los Estados Unidos nos preparamos a elegir esos líderes que puedan ilusionar y dirigir no sólo a su país sino a la Humanidad entera. Tenemos cuatro candidatos: un hijo de emigrante africano que se ha olvidado de que es producto de una emigración; un viejo zorro de la política de Washington experto en asuntos internacionales; un viejo soldado reciclado en político que aún mantiene las secuelas de su cautiverio en Viet Nam en su cuerpo y la herencia militarista de su familia en su conciencia. Una joven y oscura periodista de deportes en una canal de televisión aspirante a miss Alaska. Entre estos cuatro debemos elegir quien nos lleve al futuro. Tan solo puedo añadir aquello de "que Dios nos coja confesaos….."
Habría que echar una larga mirada al pasado siglo XX. Cabría aquí recordar aquello de "aquellos polvos, estos lodos" Todo el siglo estuvo marcado por grandes ideologías y sistemas político-económicos. Desde el comunismo hasta el capitalismo pasando por el nazismo, el fascismo, el nacionalsocialismo y el nacionalsindicalismo, sin excluir los nacionalismos y los movimientos independentistas, colonialistas, militaristas y pacifistas. Todo comenzó a resquebrajarse a partir de la década de los setenta. Concluyó la Guerra de Viet Nam, con la derrota y humillación de la maquinaria militar americana. Se resquebrajó el Muro de Berlín, arrastrando tras de él a la Unión Soviética. Se desmembró todo el entramado de la Guerra Fría dando paso al nacimiento de nuevos países, de nuevas oportunidades, de nuevas formas de vivir y existir. Entre dos formas de vivir: el comunismo y el capitalismo venció este último.
El desmantelamiento de estos sistemas político-económicos se pudo llevar a cabo gracias al liderazgo de ciertas personas que, en las dos últimas décadas del siglo XX dirigieron la Humanidad. Mijail Gorvachov y Boris Yelsin por el lado ruso y Margareth Tatcher, Ronald Reagan y Karol Woijtila por el lado occidental, dirigieron los cambios de una humanidad que cada día estaba más unificada, sensibilizada y globalizada. Las nuevas tecnologías, la energía barata, los mercados emergentes, llevaron a una utopía y a un modelo único: el capitalismo rampante y salvaje.
No duró mucho ese modelo de sociedad nacido con la caída del Muro y de la Unión Soviética. El 11 de septiembre de 2001 la sociedad humana entró en una nueva etapa. Los símbolos del poder económico-las Torres Gemelas- y del poder militar- el Pentágono- fueron salvajemente destruidos. La Globalización se convirtió en una lucha salvaje por la supervivencia de un modelo de vida, de economía, de ser y estar en el mundo que estaba preparado para unos pocos. Se derrumbó. Empezó en el 2001, continuó con la burbuja de internet y con la bajada del precio del dinero del 6.5% al 1%. Ha concluido con la quiebra de los grandes bancos y las grandes firmas de Wall Street debido a cálculos erróneos, avaricias descontroladas, ejecutivos inescrupulosos.
En las últimas décadas del siglo XX se contaba con unos líderes políticos, religiosos, culturales que pudieron dirigir a la Humanidad. Pero ahora, ¿con quién contamos? En los Estados Unidos nos preparamos a elegir esos líderes que puedan ilusionar y dirigir no sólo a su país sino a la Humanidad entera. Tenemos cuatro candidatos: un hijo de emigrante africano que se ha olvidado de que es producto de una emigración; un viejo zorro de la política de Washington experto en asuntos internacionales; un viejo soldado reciclado en político que aún mantiene las secuelas de su cautiverio en Viet Nam en su cuerpo y la herencia militarista de su familia en su conciencia. Una joven y oscura periodista de deportes en una canal de televisión aspirante a miss Alaska. Entre estos cuatro debemos elegir quien nos lleve al futuro. Tan solo puedo añadir aquello de "que Dios nos coja confesaos….."
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miércoles, 24 de septiembre de 2008
REFLEXION EN LAS FIESTAS JUDIAS
El ser humano, desde los comienzos de la Historia de la Humanidad, ha utilizado los astros para marcar los momentos importantes de su vida, incluyendo su relación con la divinidad, no importa la que sea.
En los próximos días celebraremos dos de las más importantes en el calendario judío, las cuales son Rosh Hashaná y Yom Kippur.
La primera es la ocasión para que el judío se juzgue a sí mismo. Es el momento de un gran examen de conciencia. Le siguen 10 días aptos para el arrepentimiento. Son días de penitencia recordando el pecado de idolatría, símbolo de todos los pecados, cuando el pueblo adoró al becerro de oro en el desierto, negando al único Dios verdadero. Esos "días terribles" se piensa que el mundo entero compadece ante Yavhe para pedirle perdón por los pecados cometidos especialmente contra el prójimo.
Rosh Hashaná es el preludio de Yom Kippur. La fiesta representa el momento culmen y final de los diez días penitenciales. Para los seguidores de la fe de Abrahán el Yom Kippur es el Día del Gran Perdón, el llamado Sábado de los Sábados o, simplemente, el DIA. Es la jornada en que la comunidad entera se siente purificada de todas sus faltas. Se basan en escritos del profeta Isaías para apoyar estas afirmaciones. Pero se trata de un perdón que a la vez es expiación. Y es obra de Dios, quien renueva su promesa de creación y alianza sin tener en cuenta la infidelidad del pueblo. Gracias a ese perdón el proyecto de creación no puede considerarse nunca fracasado, pues constantemente se ofrece la posibilidad de romper las cadenas de la fatalidad para comenzar de nuevo.
En el "Shul'han Aruj, la recopilación de las leyes prácticas y sus comentarios hasta los sabios contemporáneos según la tradición sefaradí," recogidas por el Rabí Yosef Caro a finales del Medievo, nos dice "… Cada hijo de Israel, descendiente de Jacob…posee una centella de la verdad de la Torá… "
Aunque por sus múltiples faltas haya podido ahogar en sí esa centella sagrada, jamás podrá extinguirse completamente. En el día de Kipur, un soplo nos llega de las más altas esferas espirituales iluminando nuestro espíritu y ayudándonos a rechazar las seducciones de una vida "libre" de las exigencias del Judaísmo, sin el freno moral que nos impone.
En un mundo globalizado, secularizado y desacralizado como el que vivimos, los organismos supranacionales como las Naciones Unidas están ocupando el lugar de la llamada a la reflexión que en el pasado tenían sinagogas, iglesias, mezquitas o escuelas. Si bien es cierto que estas instituciones tienen mucho de burocrático y de cinismo, como lo hemos comprobado los que hemos laborado en ellas, sin embargo siguen siendo instituciones válidas.
Deberían ser sus Asambleas una llamada a un Yom Kipur generalizado, universal. En un mundo globalizado, una reflexión globalizada organizada por estos organismos supranacionales.
En estos días de festividades judías aprendamos a reflexionar sobre nuestros errores para poder construir un futuro mejor.
A la comunidad creyente judía nuestros respetos en estas fiestas grandes de su fe. Ellos son para nosotros los cristianos, los hermanos mayores en la fe. Como afirmaba Pio XI los cristianos espiritualmente somos semitas.
http://columnadelpadretomas.blogspot.com/
En los próximos días celebraremos dos de las más importantes en el calendario judío, las cuales son Rosh Hashaná y Yom Kippur.
La primera es la ocasión para que el judío se juzgue a sí mismo. Es el momento de un gran examen de conciencia. Le siguen 10 días aptos para el arrepentimiento. Son días de penitencia recordando el pecado de idolatría, símbolo de todos los pecados, cuando el pueblo adoró al becerro de oro en el desierto, negando al único Dios verdadero. Esos "días terribles" se piensa que el mundo entero compadece ante Yavhe para pedirle perdón por los pecados cometidos especialmente contra el prójimo.
Rosh Hashaná es el preludio de Yom Kippur. La fiesta representa el momento culmen y final de los diez días penitenciales. Para los seguidores de la fe de Abrahán el Yom Kippur es el Día del Gran Perdón, el llamado Sábado de los Sábados o, simplemente, el DIA. Es la jornada en que la comunidad entera se siente purificada de todas sus faltas. Se basan en escritos del profeta Isaías para apoyar estas afirmaciones. Pero se trata de un perdón que a la vez es expiación. Y es obra de Dios, quien renueva su promesa de creación y alianza sin tener en cuenta la infidelidad del pueblo. Gracias a ese perdón el proyecto de creación no puede considerarse nunca fracasado, pues constantemente se ofrece la posibilidad de romper las cadenas de la fatalidad para comenzar de nuevo.
En el "Shul'han Aruj, la recopilación de las leyes prácticas y sus comentarios hasta los sabios contemporáneos según la tradición sefaradí," recogidas por el Rabí Yosef Caro a finales del Medievo, nos dice "… Cada hijo de Israel, descendiente de Jacob…posee una centella de la verdad de la Torá… "
Aunque por sus múltiples faltas haya podido ahogar en sí esa centella sagrada, jamás podrá extinguirse completamente. En el día de Kipur, un soplo nos llega de las más altas esferas espirituales iluminando nuestro espíritu y ayudándonos a rechazar las seducciones de una vida "libre" de las exigencias del Judaísmo, sin el freno moral que nos impone.
En un mundo globalizado, secularizado y desacralizado como el que vivimos, los organismos supranacionales como las Naciones Unidas están ocupando el lugar de la llamada a la reflexión que en el pasado tenían sinagogas, iglesias, mezquitas o escuelas. Si bien es cierto que estas instituciones tienen mucho de burocrático y de cinismo, como lo hemos comprobado los que hemos laborado en ellas, sin embargo siguen siendo instituciones válidas.
Deberían ser sus Asambleas una llamada a un Yom Kipur generalizado, universal. En un mundo globalizado, una reflexión globalizada organizada por estos organismos supranacionales.
En estos días de festividades judías aprendamos a reflexionar sobre nuestros errores para poder construir un futuro mejor.
A la comunidad creyente judía nuestros respetos en estas fiestas grandes de su fe. Ellos son para nosotros los cristianos, los hermanos mayores en la fe. Como afirmaba Pio XI los cristianos espiritualmente somos semitas.
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viernes, 29 de agosto de 2008
OBAMA, WHO?
Recuerdo de mis años de infancia y adolescencia cuando recorría el barrio donde vivía un gran circo, que precisamente se llamaba "Circo Americano" Nos encandilaban a los niños con sus piruetas, sus elefantes, sus payasadas, sus trapecistas, sus presentadores. Era algo que siempre esperábamos hacia el verano y tratábamos de portarnos bien para que nuestros padres nos llevaran. Era el Circo.
La última semana de agosto y la primera de septiembre nos han brindado a la nación americana, y a todos los que vivimos en ella, un gran circo, el Circo de las Convenciones Políticas tanto demócrata como republicana.
Ha concluido la primera y nos ha presentado el candidato que pretende ser elegido como el presidente cuadragésimo cuarto de los Estados Unidos. Pero, ¿quién es Barak Hussein Obama?
Para un segmento de la sociedad americana es un negro más, con toda la carga de insulto que tiene la palabra, salido de una isla, con un pasado de cercanía al Islam por herencia paterna y que, durante ocho años, asistió a escuelas musulmanas en Indonesia donde su familia se trasladó una vez se divorciaron sus padres.
Para otro segmento de la sociedad es un excelente abogado, egresado de una de las universidades más prestigiosas, vivero de políticos y pensadores blancos. En dicho centro de estudios dirigió la revista Harvard Law Review donde igualmente se graduó con altos honres. El establishment blanco lo considera uno de los suyos. Es un "oreo cookie" blanco por dentro, negro por fuera.
Para la comunidad afroamericana, descendiente de esclavos y ciudadanos maltratados y discriminados terriblemente en esta nación, es un advenedizo. Muchos no lo consideran genuinamente un afroamericano. Su padre no vino como esclavo a este país. Era una persona altamente cualificada, graduado también de Harvard. Poco aportó a este país ya que pronto se divorció y regresó a África.
Obama Hussein no ha sentido en su carne y en su vida la discriminación y el insulto que han tenido que vivir los afroamericanos. Tenía siete años de edad, y vivía en un país musulmán, cuando Martin Luther King fue asesinado por defender los derechos de todos a vivir con dignidad, la misma dignidad que se le negaba a un gran sector de la sociedad por el mero hecho de tener un color de piel distinto.
Para la comunidad hispana es un mulato. Hijo de padre africano y madre blanca. A lo largo de la historia de nuestros países, los mulatos eran rechazados tanto por el europeo como por el nativo. No eran ni blancos ni negros ni indios.
Eran un intermedio. Es cierto que tenemos ejemplos de mulatos ilustres, como San Martín de Porres en Perú, al igual que el gran escritor el Inca Garcilaso. Otros no se recuerdan con respeto. André Petion, el primer presidente de Haití era mulato. Se habla incluso de que Rafael Leónidas Trujillo tenía sangre mezclada en sus venas. Y además de mulato, Obama Hussein es isleño.
Estamos ante un fenómeno nuevo en la historia política de los Estados Unidos. Un representante de las minorías podría convertirse en el dirigente del país. ¿Será capaz de entender los problemas sociales que atraviesa la sociedad: emigración, salud, respeto a la persona, paz, medio ambiente?. Esperemos que no sea un actor en un circo sino un digno presidente de todos los ciudadanos de este país. Que nos diga realmente quién es.
http://www.columnadelpadretomas.blogspot.com/
La última semana de agosto y la primera de septiembre nos han brindado a la nación americana, y a todos los que vivimos en ella, un gran circo, el Circo de las Convenciones Políticas tanto demócrata como republicana.
Ha concluido la primera y nos ha presentado el candidato que pretende ser elegido como el presidente cuadragésimo cuarto de los Estados Unidos. Pero, ¿quién es Barak Hussein Obama?
Para un segmento de la sociedad americana es un negro más, con toda la carga de insulto que tiene la palabra, salido de una isla, con un pasado de cercanía al Islam por herencia paterna y que, durante ocho años, asistió a escuelas musulmanas en Indonesia donde su familia se trasladó una vez se divorciaron sus padres.
Para otro segmento de la sociedad es un excelente abogado, egresado de una de las universidades más prestigiosas, vivero de políticos y pensadores blancos. En dicho centro de estudios dirigió la revista Harvard Law Review donde igualmente se graduó con altos honres. El establishment blanco lo considera uno de los suyos. Es un "oreo cookie" blanco por dentro, negro por fuera.
Para la comunidad afroamericana, descendiente de esclavos y ciudadanos maltratados y discriminados terriblemente en esta nación, es un advenedizo. Muchos no lo consideran genuinamente un afroamericano. Su padre no vino como esclavo a este país. Era una persona altamente cualificada, graduado también de Harvard. Poco aportó a este país ya que pronto se divorció y regresó a África.
Obama Hussein no ha sentido en su carne y en su vida la discriminación y el insulto que han tenido que vivir los afroamericanos. Tenía siete años de edad, y vivía en un país musulmán, cuando Martin Luther King fue asesinado por defender los derechos de todos a vivir con dignidad, la misma dignidad que se le negaba a un gran sector de la sociedad por el mero hecho de tener un color de piel distinto.
Para la comunidad hispana es un mulato. Hijo de padre africano y madre blanca. A lo largo de la historia de nuestros países, los mulatos eran rechazados tanto por el europeo como por el nativo. No eran ni blancos ni negros ni indios.
Eran un intermedio. Es cierto que tenemos ejemplos de mulatos ilustres, como San Martín de Porres en Perú, al igual que el gran escritor el Inca Garcilaso. Otros no se recuerdan con respeto. André Petion, el primer presidente de Haití era mulato. Se habla incluso de que Rafael Leónidas Trujillo tenía sangre mezclada en sus venas. Y además de mulato, Obama Hussein es isleño.
Estamos ante un fenómeno nuevo en la historia política de los Estados Unidos. Un representante de las minorías podría convertirse en el dirigente del país. ¿Será capaz de entender los problemas sociales que atraviesa la sociedad: emigración, salud, respeto a la persona, paz, medio ambiente?. Esperemos que no sea un actor en un circo sino un digno presidente de todos los ciudadanos de este país. Que nos diga realmente quién es.
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viernes, 15 de agosto de 2008
PAN Y CIRCO EN EL NIDO DEL PAJARO
El decadente Imperio Romano acostumbraba entretener a sus ciudadanos con grandes fiestas y grandes banquetes en momentos de crisis sociales y políticas. Pan y Circo como neutralizadores del pensar y responsabilizarse de las cosas.
A las 8 de la noche, del día 8 del mes 8 del año 2008 asistimos a la primera sesión de Pan y Circo Globalizada de la Historia. Roma dejó de ser la Caput Mundi (Capital del Mundo) para ceder el puesto a Beijing, la nueva Capital del Mundo. Occidente pasa el testigo a Oriente. Fuimos testigos del nacimiento del Imperio de turno, el Imperio del Dragón.
Nos encandilaron a cerca de cuatro mil millones de personas que, atónitos, contemplábamos unos fuegos artificiales, unas filigranas gimnásticas, una sincronización poco menos que perfecta. Todos fuimos niños por unos momentos y nos admirábamos de lo que es capaz de hacer el ser humano.
No nos ha importado saber después que muchos de esos fuegos artificiales eran un montaje televisivo para que quedaran lindos. Que una nena cantara y la otra diera la cara. No ha importado que, entre los dignatarios presentes en la ceremonia, estuvieran representantes de naciones que fueron a China supuestamente como defensores y promotores de los derechos humanos cuando en sus países se viola uno de los más elementales derechos como es el poder vivir de acuerdo a las propias creencias.
En China se dice que no se puede practicar libremente la religión. En Francia en nombre de un laicismo y una libertad, millones de musulmanes tienen restringida la práctica de su religión. En China se afirma que la pena de muerte es común y general para muchos crímenes, incluso la disidencia política. En Estados Unidos tenemos el nivel de penas de muerte legales más alto del mundo. En China se afirma que los obreros trabajan por unos salarios de miseria y condiciones de esclavitud. En la Unión Europea la economía tiene en los emigrantes indocumentados una de sus principales fuerzas. Sin ellos no podría sobrevivir su agricultura.
Mientras todos estábamos encandilados con el Circo que se llevaba a cabo en un Nido, los motores de los tanques y las turbinas de los aviones empezaban a rugir y a deslizarse en las llanuras rusas dirigiéndose a Georgia. Pensábamos que las pesadillas de invasiones, de violaciones de derechos humanos habían concluido en Europa. La Guerra Fría era una etapa de la Historia ya olvidada en los libros de texto.
No es casualidad que mientras los Juegos Olímpicos nos deslumbraban a todos, teniendo como espectadores a los principales presidentes y primeros ministros del mundo, diera comienzo la masacre del pueblo georgiano. Nos atiborraron con el pan del entretenimiento y llevaron a los principales presidentes al circo para que no nos enteráramos de lo que ocurría.
Se dice que con la inauguración de los Juegos de Beijing hemos entrado en una nueva etapa de la Historia. Y tiene dos colores, el Dorado y el Rojo. El primero lo observamos en una pileta de agua en el Nido del Pájaro. Un joven con cara de niño nos encandila con sus medallas. El Rojo, empapando las tierras de Georgia con la sangre de sus hijos nos deja indiferentes. Nos han dado pan y circo. No es bueno que pensemos y veamos el dolor en la aldea global. Primero fue Irak, ahora Georgia. ¿El próximo?????
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A las 8 de la noche, del día 8 del mes 8 del año 2008 asistimos a la primera sesión de Pan y Circo Globalizada de la Historia. Roma dejó de ser la Caput Mundi (Capital del Mundo) para ceder el puesto a Beijing, la nueva Capital del Mundo. Occidente pasa el testigo a Oriente. Fuimos testigos del nacimiento del Imperio de turno, el Imperio del Dragón.
Nos encandilaron a cerca de cuatro mil millones de personas que, atónitos, contemplábamos unos fuegos artificiales, unas filigranas gimnásticas, una sincronización poco menos que perfecta. Todos fuimos niños por unos momentos y nos admirábamos de lo que es capaz de hacer el ser humano.
No nos ha importado saber después que muchos de esos fuegos artificiales eran un montaje televisivo para que quedaran lindos. Que una nena cantara y la otra diera la cara. No ha importado que, entre los dignatarios presentes en la ceremonia, estuvieran representantes de naciones que fueron a China supuestamente como defensores y promotores de los derechos humanos cuando en sus países se viola uno de los más elementales derechos como es el poder vivir de acuerdo a las propias creencias.
En China se dice que no se puede practicar libremente la religión. En Francia en nombre de un laicismo y una libertad, millones de musulmanes tienen restringida la práctica de su religión. En China se afirma que la pena de muerte es común y general para muchos crímenes, incluso la disidencia política. En Estados Unidos tenemos el nivel de penas de muerte legales más alto del mundo. En China se afirma que los obreros trabajan por unos salarios de miseria y condiciones de esclavitud. En la Unión Europea la economía tiene en los emigrantes indocumentados una de sus principales fuerzas. Sin ellos no podría sobrevivir su agricultura.
Mientras todos estábamos encandilados con el Circo que se llevaba a cabo en un Nido, los motores de los tanques y las turbinas de los aviones empezaban a rugir y a deslizarse en las llanuras rusas dirigiéndose a Georgia. Pensábamos que las pesadillas de invasiones, de violaciones de derechos humanos habían concluido en Europa. La Guerra Fría era una etapa de la Historia ya olvidada en los libros de texto.
No es casualidad que mientras los Juegos Olímpicos nos deslumbraban a todos, teniendo como espectadores a los principales presidentes y primeros ministros del mundo, diera comienzo la masacre del pueblo georgiano. Nos atiborraron con el pan del entretenimiento y llevaron a los principales presidentes al circo para que no nos enteráramos de lo que ocurría.
Se dice que con la inauguración de los Juegos de Beijing hemos entrado en una nueva etapa de la Historia. Y tiene dos colores, el Dorado y el Rojo. El primero lo observamos en una pileta de agua en el Nido del Pájaro. Un joven con cara de niño nos encandila con sus medallas. El Rojo, empapando las tierras de Georgia con la sangre de sus hijos nos deja indiferentes. Nos han dado pan y circo. No es bueno que pensemos y veamos el dolor en la aldea global. Primero fue Irak, ahora Georgia. ¿El próximo?????
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viernes, 1 de agosto de 2008
LOS RETOS DEL PASTOR ALEMAN
Cuando en abril de 2006 los cardenales reunidos en asamblea eligieron a Joseph Ratzinger para suceder a Juan Pablo II al frente de la Iglesia Católica tanto la mayoría de los periodistas allí presentes como muchos intelectuales y hombres de Iglesia nos preguntamos hasta cuando y cómo el nuevo Papa iba a enfrentar los diversos retos que se le presentaban por delante. No es un secreto para nadie que el elegido es uno de los grandes teólogos modernos, padre intelectual del Concilio Vaticano II. Como asesor de diversos cardenales y obispos alemanes durante la Asamblea Sinodal dejó su impronta. Pero el tiempo también corre para los papas, y el deterioro de su salud y ancianidad van minando sus fuerzas. De ahí que cada año se deba enfrentar a nuevos retos, a nuevas situaciones en el mundo y en la Iglesia.
Este año 2008 ha traído para Benedicto XVI tres grandes retos, dos de los cuales ya ha superado, y podríamos decir que exitosamente. Se trata de los Viajes Pastorales tanto a los Estados Unidos como a Australia.
En ambos ha demostrado una gran valentía y una claridad que no se esperaba de un ex presidente del Santo Oficio, de un papa ya anciano. En ambas ocasiones habló alto y claro sobre el problema del abuso sacerdotal de menores. Aún cuando era de esperar que dicho tema saliera a relucir en ambas visitas, no eran el motivo principal de sus viajes. Cuando vino a los Estados Unidos lo que pretendía era confirmar en la fe y la esperanza a una comunidad católica joven, que enfrenta los retos de la modernidad, que es multicultural y multiétnica, que necesita sanarse de sus heridas. Su auditorio y su mensaje en Australia fueron totalmente diversos.
En las lejanas tierras australianas se reunió con la juventud católica de todo el mundo. Eran las Jornadas Mundiales de la Juventud. Al futuro de la Iglesia y de la Humanidad le presentó el mensaje de un Cristo siempre joven, que nos reta a construir un mundo donde se respeta tanto la propia vida y la propia conciencia como el medio ambiente donde convivimos y nos movemos.
Somos administradores, no destructores, de la naturaleza, del planeta tierra donde nos movemos, somos y existimos. Como dato curioso utilizó un medio de comunicación muy querido por los jóvenes, los enviados por teléfonos celulares, los populares SMS. Fue un reconocimiento implícito y claro sobre el uso de las nuevas tecnologías al servicio de la evangelización.
El tercer reto de Benedicto XVI en este año se llevará a cabo en el próximo mes de octubre. Se trata de la 12 Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos. Se ha constatado cómo 40 años después del Vaticano II la Biblia aún no ocupa un puesto principal en la vida de la comunidad católica. Durante un mes una representación de obispos de todo el mundo, junto con expertos y peritos en estudios bíblicos, estudiará y presentarán recomendaciones para que la Palabra de Dios forme parte cada vez más de la vida del creyente. “La Palabra de Dios en la vida y misión de la Iglesia” es el tema de estudio y discusión.
El Papa al proponer este tema lo que ha pretendido ha sido el concluir un trabajo ya iniciado hace poco más de un siglo. A finales del siglo XIX la Iglesia Católica reconoció que estaba atrasada en el estudio de la Biblia y se había quedado rezagada en las investigaciones. Surge entonces un movimiento de eruditos y expertos que, dirigidos por los padres dominicos franceses, establecen la Ecole Biblique en la ciudad de Jerusalén. Con ellos da comienzo toda una corriente de estudio, conocimiento y presentación de la Palabra de Dios. Podríamos decir que fueron tres grandes momentos los que marcan la vida de este movimiento. Mario J.Paredes
El primero va a ser la publicación de la llamada Biblia de Jerusalén, el otro va a ser el Concilio Vaticano II con su Constitución sobre la Palabra de Dios y el tercero, a no dudarlo, va a ser esta 12 Asamblea Ordinaria del Sínodo de Obispos.
Esta Asamblea estará formada por representantes de todos los Obispos Católicos del mundo, junto con expertos invitados directamente por el Papa. Entre estos últimos destaca un líder católico hispano, el Sr. Mario Paredes, quien estará participando como experto, miembro destacado de la American Bible Society.
Un reto nuevo para Benedicto XVI. A no dudarlo un nuevo éxito en su pontificado.
Este año 2008 ha traído para Benedicto XVI tres grandes retos, dos de los cuales ya ha superado, y podríamos decir que exitosamente. Se trata de los Viajes Pastorales tanto a los Estados Unidos como a Australia.
En ambos ha demostrado una gran valentía y una claridad que no se esperaba de un ex presidente del Santo Oficio, de un papa ya anciano. En ambas ocasiones habló alto y claro sobre el problema del abuso sacerdotal de menores. Aún cuando era de esperar que dicho tema saliera a relucir en ambas visitas, no eran el motivo principal de sus viajes. Cuando vino a los Estados Unidos lo que pretendía era confirmar en la fe y la esperanza a una comunidad católica joven, que enfrenta los retos de la modernidad, que es multicultural y multiétnica, que necesita sanarse de sus heridas. Su auditorio y su mensaje en Australia fueron totalmente diversos.
En las lejanas tierras australianas se reunió con la juventud católica de todo el mundo. Eran las Jornadas Mundiales de la Juventud. Al futuro de la Iglesia y de la Humanidad le presentó el mensaje de un Cristo siempre joven, que nos reta a construir un mundo donde se respeta tanto la propia vida y la propia conciencia como el medio ambiente donde convivimos y nos movemos.
Somos administradores, no destructores, de la naturaleza, del planeta tierra donde nos movemos, somos y existimos. Como dato curioso utilizó un medio de comunicación muy querido por los jóvenes, los enviados por teléfonos celulares, los populares SMS. Fue un reconocimiento implícito y claro sobre el uso de las nuevas tecnologías al servicio de la evangelización.
El tercer reto de Benedicto XVI en este año se llevará a cabo en el próximo mes de octubre. Se trata de la 12 Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos. Se ha constatado cómo 40 años después del Vaticano II la Biblia aún no ocupa un puesto principal en la vida de la comunidad católica. Durante un mes una representación de obispos de todo el mundo, junto con expertos y peritos en estudios bíblicos, estudiará y presentarán recomendaciones para que la Palabra de Dios forme parte cada vez más de la vida del creyente. “La Palabra de Dios en la vida y misión de la Iglesia” es el tema de estudio y discusión.
El Papa al proponer este tema lo que ha pretendido ha sido el concluir un trabajo ya iniciado hace poco más de un siglo. A finales del siglo XIX la Iglesia Católica reconoció que estaba atrasada en el estudio de la Biblia y se había quedado rezagada en las investigaciones. Surge entonces un movimiento de eruditos y expertos que, dirigidos por los padres dominicos franceses, establecen la Ecole Biblique en la ciudad de Jerusalén. Con ellos da comienzo toda una corriente de estudio, conocimiento y presentación de la Palabra de Dios. Podríamos decir que fueron tres grandes momentos los que marcan la vida de este movimiento. Mario J.Paredes
El primero va a ser la publicación de la llamada Biblia de Jerusalén, el otro va a ser el Concilio Vaticano II con su Constitución sobre la Palabra de Dios y el tercero, a no dudarlo, va a ser esta 12 Asamblea Ordinaria del Sínodo de Obispos.
Esta Asamblea estará formada por representantes de todos los Obispos Católicos del mundo, junto con expertos invitados directamente por el Papa. Entre estos últimos destaca un líder católico hispano, el Sr. Mario Paredes, quien estará participando como experto, miembro destacado de la American Bible Society.
Un reto nuevo para Benedicto XVI. A no dudarlo un nuevo éxito en su pontificado.
domingo, 20 de julio de 2008
MEMORIA HISTORICA
Un antiguo director de El Diario La Prensa solía afirmar que los estadounidenses aprenden geografía cuando entran en una guerra. Como la actual contra el terrorismo se está llevando a cabo en territorio norteamericano, no ha quedado más remedio que aprender otra cosa: historia y religión.
La sociedad norteamericana es joven, multiétnica y multicultural. Es un poco igualmente la sociedad de lo inmediato, de lo práctico. Los medios de comunicación nos hacen ver la realidad de hoy, pero muy difícilmente la de ayer. Este fenómeno es símbolo de ignorancia y prepotencia, propio también de los grandes imperios.
Todos los procesos actuales de integración, globalización y comunicación instantánea, nos han llevado a convertir el mundo en una gran aldea. Pero con el agravante de que no conocemos ni los vecinos ni su historia.
No es de extrañar por tanto la cantidad de sandeces e inutilidades que se han manifestado en los medios de comunicación desde septiembre de 2001. Pocos ciudadanos comunes sabían lo que era un talibán, un suni, un wahabita o un kurdo. El 11 de septiembre nos despertó a todos y nos empezó a cuestionar. Desde esos tristes días empezamos a utilizar y conocer otros nombres y otras realidades. Supimos donde quedaban Afganistán, Pakistán, Irak, Siria y Kuwait. Arabia Saudita dejó de ser el país de los jeques árabes multimillonarios y excéntricos que nos proveían de petróleo barato para poder seguir con nuestro ritmo de vida de abundancia y despilfarro. Ahora era también el país que dio origen a Osama Bin Laden, a Al Quaeda. Junto con esos nombres se nos entró el miedo en el cuerpo. El miedo al extranjero. El miedo al musulmán. El miedo a un atentado. El miedo sin más.
Nuestras autoridades nos indicaron que había un Eje del Mal formado principalmente por tres países: Corea del Norte, Siria e Irán. El primero, con una población muerta de hambre y desconociendo los más elementales derechos de la persona, amenazó con armas nucleares la paz mundial. Todo se resolvió con acuerdos por los cuales se intercambiaba energía barata y alimentos por cancelaciones nucleares. En Siria la fuerza aérea israelí se encargó de destruir el incipiente reactor nuclear instalado en su territorio con ayuda coreana. Ya se han mostrado dispuestos a un diálogo con Israel y con Occidente para poder salir de su pobreza y su aislamiento internacional.
Queda Irán. Para aquellos que desconocen la historia sería conveniente recordarles que Irán no es otra cosa que el heredero del Imperio Persa, el cual comprendía los actuales Afganistán, Pakistán, Turkmenistán, Uzbekistán, el propio Irak. En toda esta amplia zona del mundo se sigue mirando con respeto y con temor a Irán. Son más de siete mil años de historia. Este pueblo, con una población alfabetizada en cerca de un 80% , con un número de usuarios de internet que le coloca en el 4to lugar del mundo en número de usuarios de blogs, está amenazando con el uso de la energía nuclear. Dicen que es para usos pacíficos. La historia nos ha enseñado que sus sueños de potencia nunca han desaparecido. Su herencia está muy profundamente enraizada en la zona. La comunidad mundial está pendiente ante este fantasma del pasado que se despierta. ¿Camino a seguir? El diálogo, pero sin olvidar el dicho romano: "Si vis pacem, para bellum" (Si quieres la paz, prepárate para la guerra)
Tertuliasiglo21@aol.com
La sociedad norteamericana es joven, multiétnica y multicultural. Es un poco igualmente la sociedad de lo inmediato, de lo práctico. Los medios de comunicación nos hacen ver la realidad de hoy, pero muy difícilmente la de ayer. Este fenómeno es símbolo de ignorancia y prepotencia, propio también de los grandes imperios.
Todos los procesos actuales de integración, globalización y comunicación instantánea, nos han llevado a convertir el mundo en una gran aldea. Pero con el agravante de que no conocemos ni los vecinos ni su historia.
No es de extrañar por tanto la cantidad de sandeces e inutilidades que se han manifestado en los medios de comunicación desde septiembre de 2001. Pocos ciudadanos comunes sabían lo que era un talibán, un suni, un wahabita o un kurdo. El 11 de septiembre nos despertó a todos y nos empezó a cuestionar. Desde esos tristes días empezamos a utilizar y conocer otros nombres y otras realidades. Supimos donde quedaban Afganistán, Pakistán, Irak, Siria y Kuwait. Arabia Saudita dejó de ser el país de los jeques árabes multimillonarios y excéntricos que nos proveían de petróleo barato para poder seguir con nuestro ritmo de vida de abundancia y despilfarro. Ahora era también el país que dio origen a Osama Bin Laden, a Al Quaeda. Junto con esos nombres se nos entró el miedo en el cuerpo. El miedo al extranjero. El miedo al musulmán. El miedo a un atentado. El miedo sin más.
Nuestras autoridades nos indicaron que había un Eje del Mal formado principalmente por tres países: Corea del Norte, Siria e Irán. El primero, con una población muerta de hambre y desconociendo los más elementales derechos de la persona, amenazó con armas nucleares la paz mundial. Todo se resolvió con acuerdos por los cuales se intercambiaba energía barata y alimentos por cancelaciones nucleares. En Siria la fuerza aérea israelí se encargó de destruir el incipiente reactor nuclear instalado en su territorio con ayuda coreana. Ya se han mostrado dispuestos a un diálogo con Israel y con Occidente para poder salir de su pobreza y su aislamiento internacional.
Queda Irán. Para aquellos que desconocen la historia sería conveniente recordarles que Irán no es otra cosa que el heredero del Imperio Persa, el cual comprendía los actuales Afganistán, Pakistán, Turkmenistán, Uzbekistán, el propio Irak. En toda esta amplia zona del mundo se sigue mirando con respeto y con temor a Irán. Son más de siete mil años de historia. Este pueblo, con una población alfabetizada en cerca de un 80% , con un número de usuarios de internet que le coloca en el 4to lugar del mundo en número de usuarios de blogs, está amenazando con el uso de la energía nuclear. Dicen que es para usos pacíficos. La historia nos ha enseñado que sus sueños de potencia nunca han desaparecido. Su herencia está muy profundamente enraizada en la zona. La comunidad mundial está pendiente ante este fantasma del pasado que se despierta. ¿Camino a seguir? El diálogo, pero sin olvidar el dicho romano: "Si vis pacem, para bellum" (Si quieres la paz, prepárate para la guerra)
Tertuliasiglo21@aol.com
jueves, 3 de julio de 2008
JERUSALEN
Desde Jerusalén
Uno de los rasgos característicos de la raza humana ha sido su trashumancia, su ir y venir de una parte a otra del mundo.
Fuera buscando pastos para sus ganados, refugio para sus fríos, alimentos para sus hambres, mujeres para sus hombres, el caso es que la historia humana es una de movimientos y caminares. Creo que fue Rubén Darío quien afirmara aquello de que los únicos que se mueren en el mismo sitio que nacen son los árboles.
En esos caminares y trashumancias siempre han existido puertos de llegada y, a veces, de permanencia eterna. Lugares de referencia en la vida, los cuales se mantienen inmóviles. Núcleos urbanos que encierran entre sus muros y sus empedradas calles la historia, la alegría, la pena, la esperanza de incontables generaciones. Jerusalén es uno de esos sitios. Una pequeña ciudad con sueños de capital eterna e indivisible, que recoge dentro de sus muros físicos y espirituales la esencia de la razón de ser de la humanidad.
Hace como tres mil los años el líder de unas tribus violentas y soñadoras estableciera en ella la capital de un reino ideal, que alcanzaría gloria universal. Desde allí se propagaría la creencia y pertenencia a un Dios Único. Las luchas y las intrigas formarían parte fundamental de la razón de su ser existencial. Siempre mantuvo un carácter sagrado, a la vez que cosmopolita y universal.
Hace dos mil años un galileo fue juzgado y ajusticiado en ella convirtiéndola en un punto de referencia para la humanidad en su búsqueda de lo eterno..
Hace quince siglos un mercader procedente de la península arábiga la tomó como referencia de algunas de sus predicaciones. Sus sucesores desarrollarían la teoría de que, desde entre las ruinas del gran templo de la ciudad partiría hacía el cielo, hacia la inmortalidad. Hace nueve siglos, unos europeos muertos de hambre y sedientos de gloria y hartos de frustraciones, se embarcaron en la aventura de reconquistar la ciudad para su causa. Dejaron su huella durante un período cercano a doscientos años. Cruzaron sus frustraciones junto con ideales de salvación eterna y redención de una ciudad.
Hace un siglo, los descendientes de los expulsados por las tropas de Tito y Vespasiano, humillados por Adriano, el emperador romano de origen hispano, pudieron empezar a volver a la tierra meta de sus sueños, de sus ilusiones. Primero de poco en poco, finalmente de mucho en mucho, regresaron a la tierra de sus antepasados. Hace sesenta años declararon aquellos nómadas de la vida y de la historia que regresaban al lugar de su nacimiento, a su ciudad. Y lo hicieron para quedarse.
Cada vez que recorro las calles de la ciudad de Jerusalén tengo la sensación de que el tiempo se detiene. Que la Religión de los descendientes de Abrahán ha empapado hasta la última piedra de Jerusalén. Que, a pesar de todo, hay un deseo de paz, de tranquilidad, de convivencia. Cada vez que venimos de fuera, hacemos posible que se rompan los enfrentamientos entre sus habitantes. Está en su sangre el acoger al extranjero. Mientras nos acogen no pelean.
La clave de la grandeza de Jerusalén pasa por el respeto y entendimiento limpio y sincero de sus habitantes. “Cuando Dios creó el mundo, hizo diez medidas de belleza. Nueve para Jerusalén y una para el resto del mundo” (Talmud de Babilonia)
Uno de los rasgos característicos de la raza humana ha sido su trashumancia, su ir y venir de una parte a otra del mundo.
Fuera buscando pastos para sus ganados, refugio para sus fríos, alimentos para sus hambres, mujeres para sus hombres, el caso es que la historia humana es una de movimientos y caminares. Creo que fue Rubén Darío quien afirmara aquello de que los únicos que se mueren en el mismo sitio que nacen son los árboles.
En esos caminares y trashumancias siempre han existido puertos de llegada y, a veces, de permanencia eterna. Lugares de referencia en la vida, los cuales se mantienen inmóviles. Núcleos urbanos que encierran entre sus muros y sus empedradas calles la historia, la alegría, la pena, la esperanza de incontables generaciones. Jerusalén es uno de esos sitios. Una pequeña ciudad con sueños de capital eterna e indivisible, que recoge dentro de sus muros físicos y espirituales la esencia de la razón de ser de la humanidad.
Hace como tres mil los años el líder de unas tribus violentas y soñadoras estableciera en ella la capital de un reino ideal, que alcanzaría gloria universal. Desde allí se propagaría la creencia y pertenencia a un Dios Único. Las luchas y las intrigas formarían parte fundamental de la razón de su ser existencial. Siempre mantuvo un carácter sagrado, a la vez que cosmopolita y universal.
Hace dos mil años un galileo fue juzgado y ajusticiado en ella convirtiéndola en un punto de referencia para la humanidad en su búsqueda de lo eterno..
Hace quince siglos un mercader procedente de la península arábiga la tomó como referencia de algunas de sus predicaciones. Sus sucesores desarrollarían la teoría de que, desde entre las ruinas del gran templo de la ciudad partiría hacía el cielo, hacia la inmortalidad. Hace nueve siglos, unos europeos muertos de hambre y sedientos de gloria y hartos de frustraciones, se embarcaron en la aventura de reconquistar la ciudad para su causa. Dejaron su huella durante un período cercano a doscientos años. Cruzaron sus frustraciones junto con ideales de salvación eterna y redención de una ciudad.
Hace un siglo, los descendientes de los expulsados por las tropas de Tito y Vespasiano, humillados por Adriano, el emperador romano de origen hispano, pudieron empezar a volver a la tierra meta de sus sueños, de sus ilusiones. Primero de poco en poco, finalmente de mucho en mucho, regresaron a la tierra de sus antepasados. Hace sesenta años declararon aquellos nómadas de la vida y de la historia que regresaban al lugar de su nacimiento, a su ciudad. Y lo hicieron para quedarse.
Cada vez que recorro las calles de la ciudad de Jerusalén tengo la sensación de que el tiempo se detiene. Que la Religión de los descendientes de Abrahán ha empapado hasta la última piedra de Jerusalén. Que, a pesar de todo, hay un deseo de paz, de tranquilidad, de convivencia. Cada vez que venimos de fuera, hacemos posible que se rompan los enfrentamientos entre sus habitantes. Está en su sangre el acoger al extranjero. Mientras nos acogen no pelean.
La clave de la grandeza de Jerusalén pasa por el respeto y entendimiento limpio y sincero de sus habitantes. “Cuando Dios creó el mundo, hizo diez medidas de belleza. Nueve para Jerusalén y una para el resto del mundo” (Talmud de Babilonia)
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domingo, 29 de junio de 2008
DESDE LA ORILLA DEL LAGO
El jueves 26 de junio tuve la sensación, por primera vez en mucho tiempo, de cuán débil es el ser humano. Hemos sido capaces de llegar a la Luna, de enviar sondas a Marte, de comunicarnos en fracciones de segundos con cualquier persona en cualquier parte del mundo.
Las destrucciones que hemos sido capaces de llevar a cabo no tienen límite. Sin embargo, una simple tormenta, un simple acto de la naturaleza, lo que las compañías de seguros llaman “actos de Dios” es capaz de ponernos patas arriba la vida. Estábamos todo ilusionados los peregrinos que nos disponíamos a iniciar nuestro peregrinar a Tierra Santa cuando nos comunican los empleados de la línea aérea que nuestro vuelo sufre un retraso de tan sólo 7 horas. Una serie de tormentas eléctricas y lluvias de verano han impedido el despegue regular de vuelos, causando la cancelación de más de setenta tan solo en una línea aérea. No cabe otra cosa que reflexionar sobre la grandeza de la naturaleza, que no es otra cosa que llevar nuestra reflexión hacia la grandeza de nuestro buen Dios que nos ama.
Pero a pesar de los retrasos, con la misma ilusión del primer momento, si cabe mayor, emprendimos vuelo el viernes 27 de junio, al amanecer de Dios, rumbo a la Tierra Santa, rumbo a transitar los caminos de la fe cristiana.
Y en los momentos en que estoy escribiéndoles, puedo contarles muchas cosas.
Primero de nada el dar gracias a Dios que nos ha traído sanos y salvos. Que vemos cómo nos protege cada día que transcurre. Al contemplar las distancias recorridas, los mundos y los contactos realizados, no queda otra que sentirse humildes y reconocer las grandezas de su bondad.
El sábado, aún con los ojos pegados y las maletas sin abrir, nos montamos en un bus y empezamos a recorrer los caminos de la fe y de la esperanza.
El mítico y terrible rey Herodes, para complacer a los romanos, construyó un puerto en el Mediterráneo. Quería agradar al emperador, y sobre todo, tener contentos a los gobernadores de la rebelde y mal agradecida Judea, esa tierra y ese pueblo levantisco y violento. El era idumeo y siempre había algo que se guardaba contra los judíos. Hermoso puerto y hermosa ciudad manda a construir. La dará el nombre de CESAREA DEL MAR en honor del César.
Los gobernadores delegados de Roma, establecieron su residencia allí. El anfiteatro, el estadio para las carreras, los palacios dan muestra de lo grande que fue este pequeño puerto. Nos trae el recuerdo de Pablo, quien permaneciera prisionero en esta ciudad cuando, ejerciendo sus derechos de ciudadanía, apela a ser juzgado por el César. Bastantes meses pasó entre rejas en esta ciudad. Y aquí creció también una fuerte comunidad cristiana, la cual fue dirigida y pastoreada por Eusebio de Cesárea, obispo al igual que escritor reconocido. Aquí convocó el Sínodo que establecerá la fecha de la celebración de la fiesta de la Pascua, al igual que nos dejaría por escrito la que se considera la primera narración de la Historia de la Iglesia.
Nuestro caminar nos llevó como parada siguiente al Monte Carmelo, el lugar que la tradición nos coloca la vida del profeta Elías. Junto a su cueva Simón Stock se uniría a una serie de creyentes que, bajo la protección de María, darían comienzo a la propagación del amor de María hacia nosotros. Con el símbolo de María sobre sus espaldas, el escapulario, quisieron que, desde este Monte, María fuera la Madre del Monte Carmelo, la Estrella del Mar, que nos va guiando hacia Dios. Desde aquí nos ilumina y nos guía.
Prendimos una velita, símbolo de la luz y de Dios, en la cueva de Elías para que su luz nos lleve a María, la cual como Estrella de la Mañana, Estrella del Mar, nos marque el camino hacia Dios.
Y siguiendo nuestro caminar llegamos al hogar de María, al taller de la carpintería, lugares que aún recuerdan la presencia alegre y sonriente de la Sagrada Familia. Y fue en el lugar llamado Taller de San José, lugar que guarda el recuerdo de lo que fuera el hogar de la Sagrada Familia, donde celebramos la Eucaristía por primera vez en nuestro caminar por la Tierra Santa.
Nazareth fue el lugar de la infancia de Jesús, pero Caná nos trae otro recuerdo. El recuerdo de la humanidad de Jesús, quien se hace presente en el nacimiento de una comunidad de amor, en el nacimiento de una familia, en una boda. Y lo hace con alegría, con fiesta, con buen vino para andar el camino. Y aunque no sabemos el motivo de la escasez del vino, sí conocemos el dato que María, quien aparentemente andaba entre los pucheros, las sartenes y los entresijos de la cocina, se da cuenta de la falta del vino, y no quiere que se vean en ridículo aquella buena familia que les habían invitado a celebrar. Y, pues, se acerca a Jesús y en un diálogo maternal, le pide a Jesús que eso, que no tienen vino, y que no pueden hacer el ridículo. Y Jesús quiere pasar de su madre, de ignorarla, desea seguir disfrutando con sus amigos. Pero como siempre decimos, una madre es una madre y consigue lo que quiere de sus hijos Y Jesús no fue una excepción. Y María logra el milagro de que el vino no falte en la mesa de los invitados.
Al visitar el templo que nos recuerda el milagro, se siente una atmósfera especial. Es el recuerdo de la insistencia de María. Es el recuerdo de Jesús que complace a su madre. Es el recuerdo de que la vida es una gran fiesta donde todos compartimos.
Tomada nuestra copita de vino, llegamos al hotel para descansar y reflexionar sobre tantas maravillas como el Señor ha sido bueno con nosotros
Tiberíades nos acoge para descansar junto al lago, donde contemplamos el amanecer de Dios y donde navegaremos en las mismas aguas, con los mismos vientos, en parecidas circunstancias de cómo lo hicieran Jesús y sus amigos.
Las destrucciones que hemos sido capaces de llevar a cabo no tienen límite. Sin embargo, una simple tormenta, un simple acto de la naturaleza, lo que las compañías de seguros llaman “actos de Dios” es capaz de ponernos patas arriba la vida. Estábamos todo ilusionados los peregrinos que nos disponíamos a iniciar nuestro peregrinar a Tierra Santa cuando nos comunican los empleados de la línea aérea que nuestro vuelo sufre un retraso de tan sólo 7 horas. Una serie de tormentas eléctricas y lluvias de verano han impedido el despegue regular de vuelos, causando la cancelación de más de setenta tan solo en una línea aérea. No cabe otra cosa que reflexionar sobre la grandeza de la naturaleza, que no es otra cosa que llevar nuestra reflexión hacia la grandeza de nuestro buen Dios que nos ama.
Pero a pesar de los retrasos, con la misma ilusión del primer momento, si cabe mayor, emprendimos vuelo el viernes 27 de junio, al amanecer de Dios, rumbo a la Tierra Santa, rumbo a transitar los caminos de la fe cristiana.
Y en los momentos en que estoy escribiéndoles, puedo contarles muchas cosas.
Primero de nada el dar gracias a Dios que nos ha traído sanos y salvos. Que vemos cómo nos protege cada día que transcurre. Al contemplar las distancias recorridas, los mundos y los contactos realizados, no queda otra que sentirse humildes y reconocer las grandezas de su bondad.
El sábado, aún con los ojos pegados y las maletas sin abrir, nos montamos en un bus y empezamos a recorrer los caminos de la fe y de la esperanza.
El mítico y terrible rey Herodes, para complacer a los romanos, construyó un puerto en el Mediterráneo. Quería agradar al emperador, y sobre todo, tener contentos a los gobernadores de la rebelde y mal agradecida Judea, esa tierra y ese pueblo levantisco y violento. El era idumeo y siempre había algo que se guardaba contra los judíos. Hermoso puerto y hermosa ciudad manda a construir. La dará el nombre de CESAREA DEL MAR en honor del César.
Los gobernadores delegados de Roma, establecieron su residencia allí. El anfiteatro, el estadio para las carreras, los palacios dan muestra de lo grande que fue este pequeño puerto. Nos trae el recuerdo de Pablo, quien permaneciera prisionero en esta ciudad cuando, ejerciendo sus derechos de ciudadanía, apela a ser juzgado por el César. Bastantes meses pasó entre rejas en esta ciudad. Y aquí creció también una fuerte comunidad cristiana, la cual fue dirigida y pastoreada por Eusebio de Cesárea, obispo al igual que escritor reconocido. Aquí convocó el Sínodo que establecerá la fecha de la celebración de la fiesta de la Pascua, al igual que nos dejaría por escrito la que se considera la primera narración de la Historia de la Iglesia.
Nuestro caminar nos llevó como parada siguiente al Monte Carmelo, el lugar que la tradición nos coloca la vida del profeta Elías. Junto a su cueva Simón Stock se uniría a una serie de creyentes que, bajo la protección de María, darían comienzo a la propagación del amor de María hacia nosotros. Con el símbolo de María sobre sus espaldas, el escapulario, quisieron que, desde este Monte, María fuera la Madre del Monte Carmelo, la Estrella del Mar, que nos va guiando hacia Dios. Desde aquí nos ilumina y nos guía.
Prendimos una velita, símbolo de la luz y de Dios, en la cueva de Elías para que su luz nos lleve a María, la cual como Estrella de la Mañana, Estrella del Mar, nos marque el camino hacia Dios.
Y siguiendo nuestro caminar llegamos al hogar de María, al taller de la carpintería, lugares que aún recuerdan la presencia alegre y sonriente de la Sagrada Familia. Y fue en el lugar llamado Taller de San José, lugar que guarda el recuerdo de lo que fuera el hogar de la Sagrada Familia, donde celebramos la Eucaristía por primera vez en nuestro caminar por la Tierra Santa.
Nazareth fue el lugar de la infancia de Jesús, pero Caná nos trae otro recuerdo. El recuerdo de la humanidad de Jesús, quien se hace presente en el nacimiento de una comunidad de amor, en el nacimiento de una familia, en una boda. Y lo hace con alegría, con fiesta, con buen vino para andar el camino. Y aunque no sabemos el motivo de la escasez del vino, sí conocemos el dato que María, quien aparentemente andaba entre los pucheros, las sartenes y los entresijos de la cocina, se da cuenta de la falta del vino, y no quiere que se vean en ridículo aquella buena familia que les habían invitado a celebrar. Y, pues, se acerca a Jesús y en un diálogo maternal, le pide a Jesús que eso, que no tienen vino, y que no pueden hacer el ridículo. Y Jesús quiere pasar de su madre, de ignorarla, desea seguir disfrutando con sus amigos. Pero como siempre decimos, una madre es una madre y consigue lo que quiere de sus hijos Y Jesús no fue una excepción. Y María logra el milagro de que el vino no falte en la mesa de los invitados.
Al visitar el templo que nos recuerda el milagro, se siente una atmósfera especial. Es el recuerdo de la insistencia de María. Es el recuerdo de Jesús que complace a su madre. Es el recuerdo de que la vida es una gran fiesta donde todos compartimos.
Tomada nuestra copita de vino, llegamos al hotel para descansar y reflexionar sobre tantas maravillas como el Señor ha sido bueno con nosotros
Tiberíades nos acoge para descansar junto al lago, donde contemplamos el amanecer de Dios y donde navegaremos en las mismas aguas, con los mismos vientos, en parecidas circunstancias de cómo lo hicieran Jesús y sus amigos.
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