Columna del Padre Tomás



En la antigüedad se solían marcar los caminos con postes o pequeñas columnas. Eran los puntos de referencia para ir haciendo camino. A veces también se usaban las columnas para recordar hechos, personas, acontecimientos a no olvidar.

Las columnas del Padre Tomás del Valle son un poco ambas cosas. Piedras que marcan el camino que se va haciendo cada día, sin rutas, sin marcas. Y también Columnas que recuerdan hechos, personas, acontecimientos. En ambos casos no es otra cosa que un intento de trazar caminos en la aldea global.

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jueves, 1 de enero de 2009

LO QUE EL TIEMPO SE LLEVO

El poeta nos recordaba que "…al volver la vista atrás se mira el camino que nunca se ha de volver a pisar…" al comenzar un nuevo año nos sentimos agobiados y no podemos menos que mirar al año que ha concluido y ver todo aquello que el vendaval del 2008 se llevó.
El viento se llevó la vida de muchos personajes que fueron un poco iconos en nuestra cultura occidental. Protagonistas de muchas de nuestras ilusiones y fantasías como Charlton Heston, cuya interpretación del Moisés en Los Diez Mandamientos lo inmortalizaría. Paul Newman y Richard Widmark personificando héroes y villanos entraron en nuestras vidas a través del celuloide.
El viento se llevó la vida de Alexis II, el Patriarca Ortodoxo de Moscú, quien fuera la conciencia de la Rusia postsoviética. Testigo y víctima de las invasiones nazis y soviéticas en su patria, Estonia. Como Patriarca luchó fuertemente para que la fe y la educación religiosa volviera a la vida rusa. Se opuso fuertemente a lo que llamaba la "invasión católica" de Rusia, negándose a recibir a Juan Pablo II en Moscú.
El viento se llevó la vida de varios cientos de jóvenes norteamericanos que empaparon con su sangre las tierras iraquíes y afganas en una guerra inútil - ¿alguna es útil?- y junto con sus vidas el viento de la muerte se llevó igualmente cientos de miles de hombres mujeres y niños de estos mismos países cuyo único pecado es haber nacido en esa parte del mundo.
El viento se llevó las ilusiones de muchos emigrantes sin papeles que habían puesto sus esperanzas en una reforma migratoria que nunca se llevó a cabo. Es más rentable para ciertos políticos y empresarios mantener la situación como está. Los indocumentados mantienen la economía a precios bajos, no exigen demasiado y se les pueden amenazar, extorsionar y engañar. Han dejado de lado la humanidad y los sentimientos de tantos emigrantes que no ven a sus familias desde hace décadas. Es lo insólito de una sociedad formada por emigrantes que cierra sus puertas a los emigrantes.
El viento se llevó los sueños de un hogar de miles de familias norteamericanas que fueron engañadas por agentes inmobiliarios inescrupulosos, banqueros ávidos de vender hipotecas, burocracias gubernamentales ineficaces.
El viento se llevó los ahorros de toda la vida de miles de trabajadores que confiaron sus pensiones a bancos y agentes igualmente inescrupulosos expertos en lo que se denomina ingenierías financieras o mejor dicho, en engaños y trampas financieras cuya única finalidad era enriquecerse sin escrúpulo alguno.
El viento se llevó un sistema económico capitalista que ha demostrado que no sirve. Quiebras de bancos, pirámides financieras, fabricantes de automóviles que viven en mundos irreales. Ochenta años después del famoso crack económico del 29, la famosa Depresión Económica que sembró los cementerios de ejecutivos suicidados, bancos quebrados, refugios e iglesias a rebosar dando de comer y atendiendo a una sociedad herida y engañada. La historia en muchos aspectos irónicamente se repite.
El viento se llevó la frágil paz en Israel. El conflicto palestino israelí parece condenado a un eterno retorno de paz y violencia. Se habían curado las heridas de la última intifada, empezaban a verse horizontes de paz y tranquilidad duraderas cuando la ruptura de los compromisos por parte del movimiento terrorista que ha secuestrado la sociedad palestina, ha teñido de sangre la Tierra Santa. ¿Cuánta sangre más se debe derramar para que al final llegue la paz?
Empecemos el nuevo año con el viento de cara, caminando y soñando en construir un mundo mejor del que hemos recibido de nuestros mayores. "Caminante no hay camino, se hace camino al andar, y al volver la vista atrás se contempla el camino que nunca más se volverá a pisar."

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