Columna del Padre Tomás



En la antigüedad se solían marcar los caminos con postes o pequeñas columnas. Eran los puntos de referencia para ir haciendo camino. A veces también se usaban las columnas para recordar hechos, personas, acontecimientos a no olvidar.

Las columnas del Padre Tomás del Valle son un poco ambas cosas. Piedras que marcan el camino que se va haciendo cada día, sin rutas, sin marcas. Y también Columnas que recuerdan hechos, personas, acontecimientos. En ambos casos no es otra cosa que un intento de trazar caminos en la aldea global.

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miércoles, 24 de octubre de 2007

LAS RELIGIONES GUERRERAS

Los últimos ocho mil años la historia de los seres humanos se ha desarrollado entre conflictos. Las grandes civilizaciones han surgido de una guerra y han concluido con otra. Los ingredientes de estas guerras siempre han sido los mismos: búsqueda de fuentes de alimentación, alianzas, pactos, poder, grandezas, imposiciones de maneras de pensar y de vivir. Si analizamos las guerras de los últimos dos mil años tenemos un ingrediente más: la religión. Si afirmamos que detrás de todo hombre grande hay una mujer,

no creo que nos equivoquemos si afirmamos que, detrás de cada gran guerra, hay una religión.En estos momentos estamos viviendo y sufriendo la Tercera Guerra Mundial. Para disimularla y que no cunda el pánico la hemos disfrazado diciendo que se trata de la Guerra contra el Terrorismo, la Guerra con los enemigos de la Libertad, la Guerra contra Al Qaeda. En realidad es una guerra entre dos modelos de sociedad y de convivencia.
La llamada judeocristiana contra la musulmana.
En días pasados se han reunido en Nápoles representantes de las principales religiones del planeta para analizar la violencia en el mundo actual, violencia auspiciada precisamente por estas visiones religiosasSu primera afirmación es contundente:” podemos decir con más fuerza que ayer que quien usa el nombre de Dios para odiar al otro, para cometer actos de violencia, para hacer la guerra, blasfema contra el nombre de Dios… “La violencia es la oscura compañera cotidiana de demasiados hombres y mujeres de nuestro planeta…” Como nos dijo Benedicto XVI: «No se puede justificar nunca el mal y la violencia invocando el nombre de Dios..

Para esta Asamblea de Religiones la solución a los conflictos pasa por algo de lo cual nos llenamos la boca pero nunca practicamos con honestidad: el diálogo.”Entrando en lo profundo de nuestras tradiciones religiosas, hemos redescubierto cómo, sin diálogo, no hay esperanza, y uno queda condenado al miedo al otro. El diálogo no anula las diferencias. El diálogo enriquece la vida y deshace el pesimismo que lleva a ver en el otro una amenaza. El diálogo no es la ilusión de los débiles, sino la sabiduría de los fuertes que saben confiar en la fuerza débil de la oración: la oración cambia el mundo y el destino de la humanidad. El diálogo no debilita la identidad de nadie, sino que mueve a cada uno a ver lo mejor del otro. Nada se pierde con el diálogo, todo es posible con el diálogo. “

En un mundo globalizado nos hemos dejado gobernar por instituciones que no gobiernan, como las Naciones Unidas. Nos hemos dejado dirigir por instituciones que no educan para la libertad, como las Escuelas Tradicionales.
Nos hemos dejado entretener por unos medios de comunicación que nos han intoxicado. Nos hemos inventado armas de destrucción masiva cuando lo que masivamente hemos destruido ha sido nuestros valores de convivencia y respeto. En definitiva, nos han engañado miserablemente.

Nos toca ahora construir el nuevo milenio con unos nuevos valores y confianzas. Los líderes religiosos nos indican que con diálogo, respeto, confianza y oración. Pero si no hay un deseo sincero de paz y de diálogo seguirá siendo cierto aquello de que detrás de toda gran religión hay una gran guerra.
Los romanos afirmaban “Si quieres la paz, prepárate para la guerra” Mejor sería que nos preparemos para el diálogo

jueves, 11 de octubre de 2007

LA RELIGION EN LAS PRIMARIAS



El próximo año 2008, de acuerdo al mandato constitucional, se llevará a cabo la elección del presidente y vicepresidente de los Estados Unidos de América. Normalmente las campañas electorales suelen llevarse a cabo unos seis meses antes, dando comienzo con las primarias de New Hampshire. Se enfrentan candidatos, se discuten temas de interés nacional y la forma de resolverlos, se pone en funcionamiento una maquinaria publicitaria y de mercadeo para elegir a las personas que van a dirigir los destinos de este país.
Así había sido hasta ahora. Las próximas elecciones presidenciales han empezado un año antes de lo previsto. La campaña presidencial dio comienzo apenas concluyó el segundo año del segundo término del actual presidente. Los candidatos se han preocupado primero de acumular gran cantidad de dinero para poder sufragar la costosa campaña, la cual se presenta larga. Después, han entrado temas que apenas se discutían en elecciones anteriores y que hoy, por lo visto y escuchado, están tomando una importancia insospechada. Uno de ellos lo es el religioso el cual está siendo discutido con gran preocupación e intensidad. Se habla mucho de Religión y muy poco de lo que la Religión enseña.
Según las estadísticas, los católicos y los cristianos evangélicos decidieron el resultado de las dos últimas elecciones, de ahí que no sería descabellado el plantearnos la necesidad de definir lo que deseamos afirmar cuando decimos que buscamos un candidato con valores religiosos auténticos. Si nos comprometemos con los candidatos que citan la Biblia no podemos menos que exigir que cumplan lo que dicen.
Si “dar de comer al hambriento” es fundamental y evangélico, ¿elegiremos a candidatos que permiten que 35 millones de personas, de los cuales 12.4 millones son niños, pasen hambre en los Estados Unidos?
Si “vestir al desnudo” –que la gente viva con dignidad– es una obra de misericordia, ¿elegiremos a candidatos comprometidos a invertir en educación? Con la cantidad de dinero que hemos gastado en la guerra de Irak, más de 449 mil millones de dólares, podríamos haber dado 21 millones de becas a jóvenes cuyos padres tienen serios problemas económicos.
Si “visitar a los enfermos” es una obra de misericordia, ¿podríamos preguntar a los candidatos que buscan ser elegidos por qué de los 45 millones de personas que no tienen seguro médico, 21 millones son trabajadores a tiempo completo?
Si “visitar a los prisioneros” es una obra de misericordia, ¿qué van a hacer los candidatos con el sistema penitenciario.? Según Human Rights Watch “la mayoría de los presos tienen muy escasas oportunidades de trabajar, adquirir una formación profesional o de cualquier otro tipo, recibir tratamiento o terapia debido a la resistencia de los ciudadanos a aumentar los presupuestos de los programas de rehabilitación de prisiones”
Si somos creyentes, y tomamos en serio nuestras creencias, es hora de juzgar y elegir a los candidatos “por sus frutos” como recuerda la Biblia. En definitiva, la alimentación, la educación, la vivienda digna y los servicios de apoyo son precisamente los programas que eliminan el estrés de las familias. Quizás podríamos decir a los candidatos que no nos digan cuáles son sus creencias personales y el papel que la religión ocupa en sus vidas, sino que pongan en práctica lo que creen, o dicen que creen, en favor de la comunidad.