Columna del Padre Tomás



En la antigüedad se solían marcar los caminos con postes o pequeñas columnas. Eran los puntos de referencia para ir haciendo camino. A veces también se usaban las columnas para recordar hechos, personas, acontecimientos a no olvidar.

Las columnas del Padre Tomás del Valle son un poco ambas cosas. Piedras que marcan el camino que se va haciendo cada día, sin rutas, sin marcas. Y también Columnas que recuerdan hechos, personas, acontecimientos. En ambos casos no es otra cosa que un intento de trazar caminos en la aldea global.

Seguidores

lunes, 29 de abril de 2013

Donde Vas AMERICA?

Columna Abril 28, 2013
            Es conocida la novela histórica  Quo vadis del autor polaco Henryk Sienkiewicz. Fue publicada entre los años 1895 y 1896,  y  nos narra las vicisitudes de muchos y muy diferentes personajes en la época del imperio romano decadente. En la cultura occidental se ha quedado esta frase, Quo Vadis (¿dónde vas?) como pregunta ante situaciones que afectan la vida de personas, comunidades, naciones, e incluso la humanidad entera.            Y cabe perfectamente esta pregunta hacérsela a la sociedad norteamericana en estos momentos. ¿Dónde vamos como sociedad?
            Hace unos días la tranquila sociedad bostoniana celebraba uno de sus días históricos: su Maratón el cual se viene llevando a cabo  el tercer lunes de abril desde 1897. Este año la carrera no llegó a concluir. Dos artefactos explosivos teledirigidos por dos hermanos lo interrumpieron mortalmente.  Consecuencias, 4 muertos  incluido uno de los presuntos asesinos, y cientos de heridos física y moralmente.
            Después de un despliegue informativo a todo nivel, la noticia ha pasado a segundo plano. Nos hemos ido acostumbrando a estas masacres.
Desde la matanza de Newtown, casi 4.000 personas han muerto por arma de fuego en los últimos 4 meses en Estados Unidos. La cifra corresponde a un estudio de la revista online Slate y de la cuenta de Twitter @GunDeaths  que en  estos momentos incluye 3.628 fallecimientos. En EEUU no existe un registro a nivel federal  de los muertos por arma de fuego, con lo que esa estadística no refleja todos los muertos.
            Del estudio de Slate se obtienen algunos datos preocupantes.  Por ejemplo, la violencia por armas de fuego afecta desproporcionadamente más a los hombres (3.024 muertos) que a las mujeres (592 fallecimientos). Hay también 75 menores, de ellos 12 niños. Estas estadísticas no distinguen los asesinatos de los suicidios. Estos últimos suponen alrededor de un 60% de las muertes por armas de fuego en Estados Unidos, aunque a menudo no se informa de ellos.
            Días atrás  el Senado norteamericano rechazó una propuesta para limitar la venta de cargadores de gran capacidad y establecer exámenes de antecedentes penales y médicos a todos los comparadores de armas de fuego de EEUU. El presidente Obama calificó de "vergonzosa" la actitud del Legislativo, que en la práctica liquida cualquier tipo de reforma de la tenencia de armas.
            De toda esta tragedia de la cual nadie habla nada más que unos días, siempre quedan daños colaterales irreversibles.


Por ejemplo, los que se oponen a la reforma migratoria tienen un argumento más (¿y van cuántos?)   Fueron emigrantes los que se aprovecharon de nuestra hospitalidad. Ellos pusieron las bombas y planeaban hacer lo mismo en  Times Square. Eran musulmanes, y según algunos, radicales, con lo cual el odio y desprecio a toda una comunidad creyente va a estar de nuevo a la orden del día.
            Va a ser difícil convencer que no todos los emigrantes portan pistolas y ponen bombas. Que la no solución de este problema lo que hace es aumentar el número de víctimas de suicidio y de violencia. Va a ser difícil convencer que el musulmán es un hombre de paz, de familia, de respeto a su religión.
            Ya suena a aburrida la frase de Kennedy de preguntarnos no lo que hace el país por nosotros sino nosotros por el país. Lo que estamos viendo es sangre, odio y muerte. Con ese equipaje, a dónde vamos?

            Tertuliasiglo21@aol.com


martes, 23 de abril de 2013

HOMILÍA DEL SANTO PADRE FRANCISCO

(Sacado de: www.chiesa.espressonline.it )
Basílica Vaticana
IV Domingo de Pascua, 21 de abril de 2013

La homilía pronunciada por el Santo Padre corresponde sustancialmente a la «Homilía ritual» prevista en el Pontifical Romano para la ordenación de presbíteros, a la cual el Papa ha aportado algunas modificaciones personales.
Queridos hermanos y hermanas
Ahora que estos hermanos e hijos nuestros van a ser ordenados presbíteros, conviene considerar a qué ministerio acceden en la Iglesia.
Aunque, en verdad, todo el pueblo santo de Dios es sacerdocio real en Cristo, sin embargo, nuestro sumo Sacerdote, Jesucristo, eligió algunos discípulos que en la Iglesia desempeñaran, en nombre suyo, el oficio sacerdotal para el bien de los hombres. No obstante, el Señor Jesús quiso elegir entre sus discípulos a algunos en particular, para que, ejerciendo públicamente en la Iglesia en su nombre el oficio sacerdotal en favor de todos los hombres, continuaran su misión personal de maestro, sacerdote y pastor.

Él mismo, enviado por el Padre, envió a su vez a los Apóstoles por el mundo, para continuar sin interrupción su obra de Maestro, Sacerdote y Pastor por medio de ellos y de los Obispos, sus sucesores. Y los presbíteros son colaboradores de los Obispos, con quienes en unidad de sacerdocio, son llamados al servicio del Pueblo de Dios.

Después de una profunda reflexión y oración, ahora estos estos hermanos van a ser ordenados para el sacerdocio en el Orden de los presbíteros, a fin de hacer las veces de Cristo, Maestro, Sacerdote y Pastor, por quien la Iglesia, su Cuerpo, se edifica y crece como Pueblo de Dios y templo del Espíritu Santo.
Al configurarlos con Cristo, sumo y eterno Sacerdote, y unirlos al sacerdocio de los Obispos, la Ordenación los convertirá en verdaderos sacerdotes del Nuevo Testamento para anunciar el Evangelio, apacentar al Pueblo de Dios y celebrar el culto divino, principalmente en el sacrificio del Señor.
A vosotros, queridos hermanos e hijos, que vais a ser ordenados presbíteros, os incumbe, en la parte que os corresponde, la función de enseñar en nombre de Cristo, el Maestro.

Transmitid a todos la palabra de Dios que habéis recibido con alegría. Recordad a vuestras madres, a vuestras abuelas, a vuestros catequistas, que os han dado la Palabra de Dios, la fe... ¡el don de la fe! Os han trasmitido este don de la fe. Y al leer y meditar asiduamente la Ley del Señor, procurad creer lo que leéis, enseñar lo que creéis y practicar lo que enseñáis. Recordad también que la Palabra de Dios no es de vuestra propiedad, es Palabra de Dios. Y la Iglesia es la que custodia la Palabra de Dios.
Que vuestra enseñanza sea alimento para el Pueblo de Dios; que vuestra vida sea un estímulo para los discípulos de Cristo, a fin de que, con vuestra palabra y vuestro ejemplo, se vaya edificando la casa de Dios, que es la Iglesia.
Os corresponde también la función de santificar en nombre de Cristo. Por medio de vuestro ministerio alcanzará su plenitud el sacrificio espiritual de los fieles, que por vuestras manos, junto con ellos, será ofrecido sobre el altar, unido al sacrificio de Cristo, en celebración incruenta. Daos cuenta de lo que hacéis e imitad lo que conmemoráis, de tal manera que, al celebrar el misterio de la muerte y resurrección del Señor, os esforcéis por hacer morir en vosotros el mal y procuréis caminar con él en una vida nueva.
Introduciréis a los hombres en el Pueblo de Dios por el Bautismo. Perdonaréis los pecados en nombre de Cristo y de la Iglesia por el sacramento de la Penitencia. Y hoy os pido en nombre de Cristo y de la Iglesia: Por favor, no os canséis de ser misericordiosos. A los enfermos les daréis el alivio del óleo santo, y también a los ancianos: no sintáis vergüenza de mostrar ternura con los ancianos. Al celebrar los ritos sagrados, al ofrecer durante el día la oración de alabanza y de súplica, os haréis voz del Pueblo de Dios y de toda la humanidad.
Conscientes de haber sido escogidos entre los hombres y puestos al servicio de ellos en las cosas de Dios, ejerced con alegría perenne, llenos de verdadera caridad, el ministerio de Cristo Sacerdote, no buscando el propio interés, sino el de Jesucristo. Sois Pastores, no funcionarios. Sois mediadores, no intermediarios.

Finalmente, al participar en la misión de Cristo, Cabeza y Pastor, permaneciendo unidos a vuestro Obispo, esforzaos por reunir a los fieles en una sola familia para conducirlos a Dios Padre, por medio de Cristo en el Espíritu Santo. Tened siempre presente el ejemplo del Buen Pastor, que no vino para ser servido, sino para servir, y buscar y salvar lo que estaba perdido.

jueves, 11 de abril de 2013

FRANCISCO, EL IMPREDECIBLE

Desde Roma, Abril 11-2013 (Pics: Rev Fr Tomas del Valle-Reyes, His Holiness Francisco I and Mr. Mario J. Paredes, ABS)                            La próxima semana se cumple el primer mes de la elección del jesuita argentino Jorge M Bergoglio como 266 sucesor de San Pedro como Obispo de la sede episcopal de Roma. Es uno más en esa larga lista cargada de amores y odios, guerras y paces, uniones y divisiones, santidad y pecado.
El recién elegido, llegado desde el fin del mundo, como él mismo expresara, está revolucionando el papado. Y lo está haciendo de una forma normal, sencilla, cercana. Es interesante el ver y escuchar a los eclesiásticos, acostumbrado a ver pasar papas. Están todos ellos desconcertados. Algunos ya han ido al cardiólogo ya que es demasiado para su ritmo cardíaco. En una institución milenaria donde la medida del tiempo no es la misma que para el resto de los mortales, les ha desconcertado un papa que comienza su presentación dando las buenas tardes a sus hermanos. Que no se pone los símbolos de Sumo Pontífice para presentarse, sino una simple sotana blanca.

No están acostumbrados a verlo cercano. Que usa el lenguaje que entiende la gente, que se siente fanático de un equipo de futbol en su lejana Argentina, que celebra la misa como un párroco más, que al concluir la misma se ubica a la salida de la iglesia y saluda uno por uno a los feligreses, les da los buenos días, ríe con ellos, se preocupa con ellos y de ellos. Que ha preferido cambiar sus aposentos en el Palacio Apostólico por una simple habitación en una Residencia. Que hace sus comidas en una mesa más del comedor general, comiendo la misma comida que comen los residentes en el edificio e incluso sirviéndose él mismo. Queda muy lejano de la majestuosidad y lejanía de sus predecesores. El Papa Francisco más que “comunicarse” crea “espacios comunicativos” en los cuales el que recibe el mensaje participa activamente en los mismos.

Ha dejado de lado el título de Pontifex Maximus, Sumo Pontífice, expresión tomada de los emperadores romanos, para convertirse en el Obispo de Roma, sabiendo que la Iglesia de Roma es “aquella que preside en la caridad a toda la Iglesia” La Iglesia para Francisco es la que vive de la comunión de las realidades de cada día, las cuales son expresiones concretas del único cuerpo de Cristo que es la humanidad. Para él la Iglesia es “caminar, edificar, confesar” en el mundo el cual se fundamenta en Cristo. Poco a poco va deshaciéndose de toda la parafernalia con que se ha adornado el Pontificado.
Pero Roma no es solamente el mundo eclesiástico. Es su gente, su vida. Y en esta ciudad desconcertante los taxistas suelen ser el termómetro más fiable de cómo va la vida. He tenido que tomar varios taxis y en todos ellos, sin excepción, al ver que era extranjero han comenzado su conversación sobre Francisco. Están entusiasmados, y eso que los taxistas romanos son de los más escépticos y anticlericales del mundo. Como me decía uno a la muerte de Juan Pablo II, han visto muchos papas pasar por el Vaticano y no cambia nada. Pero para ellos Francisco es distinto. Les inspira alegría, sencillez, ilusión por seguir viviendo y luchando. Francisco desconcierta a los eclesiásticos-lo cual es muy difícil- y da alegría a los taxistas. Vienen grandes cambios para la Iglesia. En una semana en Roma conviviendo en la misma Residencia del Papa lo he notado.

sábado, 6 de abril de 2013

TODOS LOS CAMINOS CONDUCEN A ROMA

Abril 6, 2013 (Pictures by Rev. Father Tomas Del Valle-Reyes)
Dicen los italianos que “Roma veduta, fede perduta” que dicho en lenguaje común no es otra cosa que Vista Roma se pierde la fe… Bueno, eso dicen los romanos, pero sin embargo, hay que venir a ver si es verdad, y como uno es medio averiguado, me metí en un avión y vine a ver el milagro de Roma. Y este milagro no es otro que ver gentes de todos los rincones del mundo rezando y quedando maravillados de tanto arte, tanta presencia de la fe cristiana.
Pero también de los pillos, los vendedores, los engañaturistas, y un largo etcetera.
Yo no vine ni a novelear, ni a pasear, ni a que me engañen como turista o peregrino despistado. Existe en los Estados Unidos una organización de laicos católicos que, cada año, vienen a Roma para visitar las diversas oficinas de la Santa Sede. 
Son todos ellos ejecutivos, hispanos y católicos. Y desean ver cómo trabaja la Iglesia en su oficinas centrales y ver cómo se les puede ayudar para, a su vez, ayudar a los católicos hispanos en USA. Fue fundada esta organización por el Arzobispo de Los Angeles y por el Sr Mario de Jesús Paredes, un laico chileno muy compro
metido con la Iglesia y encargado de las relaciones de la Iglesia Católica en la American Bible. Pues bien, ellos este año me invitaron para que les sirviera como encargado de prensa y me hiciera cargo de las fotos y demás cuestiones de relaciones públicas. Por eso ando por estas callejuelas que sirven conservando su valor, su historia, su misterio, su fe toda.
Recorrer Roma, sentir su aire en la cara, la humedad en los huesos, los gritos, las ventas, las limosneras, el cuadre de la guardia suiza, es algo que hay que vivir. Los antiguos romanos la llamaban la CAPUT MUNDI, la cabeza del mundo, y ciertamente sigue siéndolo.
Una de las cosas que a los que venimos de NY que nos rompe todos los esquemas es que en esta ciudad el tiempo se detuvo con la muerte del último emperador romano. Todo es lentoooo. Cierran los restaurantes después de las 3 de la tarde porque los cocineros tienen que descansar… Un dia a la semana se cierra la taberna, la casa de comidas, el restaurante, el bar, la cafeteria… porque el personal tiene que descansar. El tiempo se mide de otra manera. Bueno, no se mide. Se vive
Tanto ayer viernes como hoy sábado tuve que dedicarme a buscar mis credenciales como periodista en el Departamento de Prensa del Vaticano, donde estoy registrado hace más de 15 años. Al bueno de Job le hubieran salido canas verdes si hubiera tenido que bregar con la burocracia vaticana. Pero hay un consuelo, la civil es peor. “Vuelva usted mañana” es la consabida respuesta ante una necesidad de papel o documento rápido.
Pero esta vez Roma es distinta. Tiene una sonrisa que contagia a todos y desconcierta a muchos. Es la de Francisco, el Papa. Por diversas calles se ven sus carteles ya marchitos por el agua y el viento. Cuanto montas en el bus el ticket lleva su foto. El Papa cuando era arzobispo de Bs Aires se movilizaba en bus y en metro. Los trabajadores del sistema de autobuses de Roma han mandado imprimir los boletos de los buses con su foto.
Es uno de los nuestros dicen. En italiano, sobre todo en la parte norte, en el Piamonte de donde procede su familia, se suele usar la expresión “El hombre es bravo…” indicando que es decidido, valiente, que no le teme a nada, que se rodea de amigos y siempre es vencedor. Y eso es lo que está haciendo Francisco. Los romanos han cambiado con este hombre que lo fueron a buscar al fin de mundo. Quizás con él venga el fin de un mundo egoista, solitario, violento, “Francesco e il Papa, viva Francesco”
Manana les cuento más........

viernes, 5 de abril de 2013

Pocas sorpresas. Francisco ya lo hizo así

por Sandro Magister

(Sacado de: www.chiesa.espressonline.it )


Los primeros actos del nuevo Papa revisados a la luz de su autobiografía. Los motivos de su silencio sobre los temas que más oponen a la Iglesia contra los poderes mundanos: nacimiento, muerte, familia, libertad religiosa.

ROMA, 3 de abril de 2013 – Fuera de la Argentina se había publicado muy poco de Jorge Mario Bergoglio, antes de su elevación al papado.
Pero ahora las traducciones de sus escritos, discursos y entrevistas se multiplican rápidamente, y ayudan a hacer menos sorprendentes los gestos del papa Francisco.
Aquí presentamos a continuación algunas de estas “sorpresas” pequeñas y grandes, pero que no aparecen como tales a la luz de su autobiografía, publicada en el 2010 en Argentina, en el libro-entrevista de Sergio Rubin y Francesca Ambrogetti con el título "El Jesuita", ahora en venta también en otros países, entre ellos Italia.

UN PAPA QUE NUNCA CANTA

Es verdad, el papa Francisco ama escuchar música pero no canta, ni siquiera durante las Misas solemnes ni al impartir la bendición. Se dice que los jesuitas "non rubricant nec cantant", es decir, a los jesuitas nos les gustan ni las ceremonias ni el canto. Pero la explicación es más simple.

A los veintiún años sufrió una pulmonía grave y "se le detectaron tres quistes… [y] debió ser sometido a una ablación de la parte superior del pulmón derecho. […] Desde entonces sobrelleva una deficiencia pulmonar que, si bien no lo condiciona severamente, le marca un límite humano".

En consecuencia, simplemente no canta porque no tiene aire suficiente para hacerlo, tal como se intuye también por la forma en que habla, con una respiración corta y con voz suave. En cualquier caso ha confesado: “soy desafinado”.

UN PAPA QUE HABLA SOLAMENTE EN ITALIANO

Efectivamente, habla bien el italiano. Y también comprende el dialecto piamontés de su familia de origen. Pero "en cuanto a otros idiomas – admite en su autobiografía – debería precisar, por la falta de práctica, ‘los que hablaba’. El francés lo manejaba de corrido y, con el alemán, me desenvolvía. El que más que costó siempre fue el inglés, sobre todo la fonética, porque tengo mal oído".

El hecho es que al renunciar a hablar en idiomas diferentes al italiano, Bergoglio parece haber decidido sacrificar – en público – también su lengua materna, el español.
En Pascua renunció también a saludar en 65 idiomas, habitualmente recitados por los pontífices que lo precedieron.?

UN PAPA QUE QUIERE HACER TODO POR SÍ MISMO

En el Vaticano ha tenido que tomar forzosamente un secretario, el maltés Alfred Xuereb, ex segundo asistente de Benedicto XVI. También en Buenos Aires tenía una secretaria, pero él mismo apuntaba sus citas, él mismo las anotaba en su agenda de direcciones de bolsillo que, decía, “sería un verdadero desastre perderla”.

Tenía un escritorio “pequeño pero muy bien ordenado”. Y ordenados son también sus horarios: cinco horas de sueño por la noche, luz apagada a las 23 horas, levantado de la cama a las 4 horas “sin necesidad de un despertador”, después del almuerzo "una siesta de cuarenta minutos". Sabe cocinar. Le agrada escuchar música y leer, especialmente los clásicos de la literatura. Las noticias las ve en los diarios. Jamás ha utilizado Internet, ni siquiera para el correo.

UN PAPA QUE NO QUIERE HACERSE LLAMAR "PAPA"

Se lo ha notado. Bergoglio prefiere para sí el simple título de “obispo de Roma” y calla su potestad de jefe de la Iglesia universal, a pesar que esa potestad ha sido confirmada con mucha fuerza por el Concilio Vaticano II.
Se lee en su autobiografía:

"Cuando el padre o el maestro tiene que decir ‘acá el que manda soy yo’ o ‘acá el superior soy yo’ es porque ya perdió la autoridad. Y entonces, la tiene que afianzar con la palabra. Proclamar que uno tiene la ‘manija’ de algo implica que se dejó de tenerla. Y tener la ‘manija’ no significa mandar e imponer, sino servir".

Parece entonces que Bergoglio no quiere proclamar sino ejercitar su potestad suprema de sucesor de Pedro.

UN PAPA QUE DECIDE TODO POR SÍ SOLO

También ha dicho en su entrevista autobiográfica:
"Confieso que, en general, por mi temperamento, la primera respuesta que me surge es equivocada. [...] A raíz de ello, aprendí a desconfiar de la primera reacción. Ya más tranquilo, después de pasar por el crisol de la soledad, voy acercándome a lo que hay que hacer. Pero de la soledad de las decisiones no se salva nadie. Se puede pedir un consejo pero, a la larga, es uno el que tiene que decidir.

En la práctica, hay que prever efectivamente que con Francisco el primado para la toma de decisiones no será afectado, ni siquiera con una futura actitud más colegial del gobierno de la Iglesia.

UN PAPA QUE ESQUIVA LOS TEMAS CONFLICTIVOS

Efectivamente, en los discursos y en las homilías de comienzo de su pontificado, Bergoglio ha evitado hasta ahora tocar las cuestiones que más muestran a la Iglesia en oposición a los poderes mundanos.

En el discurso al cuerpo diplomático ha callado las amenazas a la libertad religiosa, de la misma manera que en sus otras intervenciones ha evitado cualquier mención a los puntos críticos del nacimiento, de la muerte y de la familia.

Pero en su entrevista autobiográfica Bergoglio recuerda que también Benedicto XVI decidió callar en una ocasión:

"Cuando Benedicto XVI fue a España [en el 2006] todos pensaron que criticaría al gobierno de Rodríguez Zapatero por sus diferencias con la Iglesia católica en varios temas. Alguien, incluso, le preguntó si había hablado con las autoridades españolas acerca del matrimonio entre homosexuales. Pero el Papa manifestó que no, que habló con ellos de cosas positivas y que después vendría lo otro. De alguna manera estaba diciendo que primero hay que subrayar lo positivo, lo que nos une; no lo negativo, lo que nos divide; que debe priorizarse el encuentro entre las personas, el caminar juntos. Luego, el abordaje de las diferencias será más fácil".

En otro pasaje de la entrevista Bergoglio critica esas homilías "que deben ser kerygmáticas con algo de catequesis, pero que terminan siendo morales, a lo sumo catequéticas. Y dentro de la moral – aunque no tanto en las homilías como en otras ocasiones – se prefiere hablar de la moral sexual, de todo lo que tenga algún vínculo con el sexo. Que si esto se puede, que si aquello no se puede. Que si se es culpable, que si no se es culpable. Y entonces relegamos el tesoro de Jesús vivo, el tesoro del Espíritu Santo en nuestros corazones, el tesoro de un proyecto de vida cristiana que tiene muchas otras implicancias más allá de las cuestiones sexuales. Dejamos de lado una catequesis riquísima, con los misterios de la fe, el Credo y terminamos centrándonos en si hacemos o no una marcha contra un proyecto de ley que permite el uso del preservativo".

Y más aún:

"Creo sinceramente que la opción básica de la Iglesia, en la actualidad, no es disminuir o quitar prescripciones o hacer más fácil esto o lo otro, sino salir a la calle a buscar a la gente, conocer a las personas por su nombre. Pero no sólo porque esa es su misión, salir a anunciar el Evangelio, sino porque el no hacerlo le produce un daño. [...] Es cierto que, si uno sale a la calle, le puede pasar lo que a cualquier hijo de vecino: accidentarse. Pero prefiero mil veces tener una Iglesia accidentada a una Iglesia enferma”.