Columna del Padre Tomás



En la antigüedad se solían marcar los caminos con postes o pequeñas columnas. Eran los puntos de referencia para ir haciendo camino. A veces también se usaban las columnas para recordar hechos, personas, acontecimientos a no olvidar.

Las columnas del Padre Tomás del Valle son un poco ambas cosas. Piedras que marcan el camino que se va haciendo cada día, sin rutas, sin marcas. Y también Columnas que recuerdan hechos, personas, acontecimientos. En ambos casos no es otra cosa que un intento de trazar caminos en la aldea global.

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viernes, 10 de abril de 2009

CELEBRANDO LA PASCUA

Desde hace días los creyentes tanto judíos como cristianos de todas las denominaciones, estamos celebrando de diversas formas la Pascua, la fiesta de la vida.
Las fiestas de pascua nos remiten en el fondo a la rebelión y lucha por la libertad de un grupo de emigrantes en tierra extraña. Leamos si no con otros ojos y mentalidad la historia de Israel. Un clan familiar que, ante la situación desesperada que se vive en la región en que habitan, faltos de pastos y alimentos, deciden emigrar en busca de mejor vida al Imperio de la zona. Fueron doce las familias las que se establecen en tierras egipcias.
Los años pasan, los hijos de esos emigrantes, nunca aceptados por la sociedad que los acogió, se sienten esclavos de políticas natalistas crueles tendentes a eliminarlos. Todo es oposición, persecución, trabajos mal remunerados, explotación, rechazo, negación de derechos elementales. Ante tanto dolor surge un líder, un antiguo conductor de caravanas, hijo también de emigrantes, que se enfrenta a las autoridades de turno. El líder necesitó primero ganarse la confianza del pueblo emigrante en Egipto. Algunos lo apoyan y ayudan en la tarea. Intenta un diálogo con las autoridades, el cual resulta infructuoso. Finalmente, después de una serie de eventos, logran su libertad y hacer un pacto con su Creador, el mismo pacto que ha regido desde entonces la vida de millones de personas. Recordándolo , todos los años los descendientes de esos emigrantes que lucharon por su libertad y por sus convicciones religiosas, se reúnen para compartir y actualizar el recuerdo de las amarguras y vicisitudes por alcanzar su libertad. Lo hacen en torno a una mesa, a una comida de un cordero casi recién nacido. Es el recuerdo de un Dios que los salvó y los guió a la libertad.
Si hoy celebramos la victoria de un pueblo emigrante en su lucha por la libertad se debe a ciertos factores y elementos que dudo contemos con ellos. ¿Dónde está el conductor de caravanas que dirija a la comunidad emigrante en estos momentos de incertidumbres y luchas? Se ha dicho que el movimiento a favor de los emigrantes se puede comparar a la lucha por los derechos civiles de la comunidad afroamericana en los años sesenta. Pero, ¿dónde están los líderes de nuestro tiempo que guíen y den confianza a la comunidad emigrante en sus alegrías y esperanzas, en sus penas y tristezas? Sin ellos seremos, en palabras de un rabino galileo antiguo refugiado político en Egipto, como ovejas sin pastor. Los hijos de emigrantes judíos celebran todos los años su liberación. ¿Cuándo lo haremos nosotros?

Tertuliasiglo21@aol.com

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